Lo empujan fuera del coche

"¿Tú qué crees, William?".-Dijo Jean, con una sonrisa malévola en sus carnosos labios.-"¡Vamos William. Lo vas a disfrutar!".-Añadió Patrick, empujando bruscamente a Daniel fuera del coche.-"¡NO! ¡NO POR FAVOR!".-Gritó Daniel en estado de pánico.

Su cuerpo golpeó fuertemente la acera frente a la casa.-"'¡No! ¡No! ¡Maldita sea!".-Gritó en medio de la calle mientras sus manos cubrían el espacio entre sus ingles. Los paseantes se giraron al oír los gritos de terror de aquel joven. Lo miraron sorprendidos, incapaces de comprender lo que le ocurría. Algunos de los paseantes, estudiantes, se echaron a reír al ver su comportamiento. Sin embargo, una anciana se acercó a Daniel, lo miró de arriba abajo.-"¿Estás drogado, hijo?".-La mujer le preguntó con voz cascada.

Daniel intentó apartarse de ella, arrastrándose por el suelo, cuando de repente, se dio cuenta de que estaba vestido. Ya estaba lo bastante avergonzado al pensar que estaba desnudo en medio de la calle. Ahora, su vergüenza era máxima al ver que estaba haciendo el ridículo.-"Yo...yo....".-Daniel tartamudeó, mientras su cara se volvía roja como un tomate.

Entonces, de un salto, se puso de pie y corrió como alma que lleva el diablo hacia el edificio de apartamentos, estando a punto de ser atropellado por un taxi.-"¡Cretino!".-Le gritó el taxista mientras él desaparecía en el edificio.

Subió los escalones de dos en dos, y, jadeando, abrió la puerta del apartamento y la cerró de un portazo, sobresaltando a Lee, que estaba practicando yoga en medio del salón.-"¡Hey, Daniel! ¿Estás bien?".-Dijo Lee, sobresaltado, poniéndose en pie.

En su estado de agitación, Daniel apenas se dio cuenta de que su compañero de apartamento estaba totalmente desnudo, exhibiendo su cuerpo fibroso y su larga virilidad en una especie de hermano gemelo del otro Lee.

"¡S...si! ¡No...no pasa nada!".-Daniel replicó, casi atropellando a su compañero mientras se dirigía al cuarto de baño.-"¡Necesito...necesito una ducha! ¡Esto no puede ser real!".-Musitó mientras su acelerado corazón comenzaba a tranquilizarse poco a poco.- "Respira hondo! ¡Despacio! ¡Respira hondo! ¡Respira....".-Murmuró mientras se desnudaba torpemente con sus temblorosas manos hasta quedar en sus ajustados calzoncillos. Entonces, se metió en la ducha, abriendo el agua fría de golpe.

"Tranquilo.....Tranquilo...".-Siguió murmurando mientras el agua fría le golpeaba como una tormenta de cubitos de hielo, entumeciendo su musculoso cuerpo y su mente. Un minuto, dos minutos, diez minutos.....Su cuerpo casi desnudo temblaba de frio, casi al borde de la hipotermia cuando finalmente Daniel cerró el grifo.

Entumecido, apenas consiguió salir de la bañera y acercarse al lavabo para coger una toalla. Vio su reflejo en el espejo, el de un hombre adulto, mojado, tembloroso, asustado.-"No estás bien de la cabeza, Daniel. Necesitas un psiquiatra....".-Le dijo a su reflejo.

"¿Tú crees, William?".-En el tiempo de un parpadeo, Daniel vio como su reflejo estaba acompañado por aquellas extrañas personas que le habían secuestrado, Jean y Patrick, sintiendo como sus ceñidos calzoncillos oscuros se deslizaban por sus musculosas piernas hasta sus tobillos, revelando sus genitales.

Con un grito de terror, y sin mirar a su espalda, Daniel intentó correr hacia la puerta del baño. Trastabillando, consiguió abrirla y huir, solo para tropezar y derribar a Lee, que, asustado por el grito de Daniel, había corrido hacia el baño. Ambos jóvenes, desnudos, cayeron sobre la moqueta.