Ella intenta seguir adelante

Laura, con su cuerpo cubierto de sudor y marcas de su travesía, continuó su camino, cada vez más cerca de la fuente. El sol, ahora en su cenit, calentaba su piel desnuda, haciendo que cada poro se abriera en una suplica por alivio.

Se deslizó detrás de una estatua, su figura desnuda reflejada en el bronce pulido, una imagen de vulnerabilidad y belleza. La estatua, representando a un héroe mitológico, parecía observar su lucha con una mirada de comprensión silenciosa. Esperó, conteniendo la respiración, mientras una familia pasaba, discutiendo sobre el mejor lugar para un picnic.

Corrió por un sendero de grava, sus pies sintiendo la textura áspera bajo sus plantas, sus piernas temblorosas con el esfuerzo. Un grupo de perros corría libremente, sus dueños conversando despreocupadamente. Laura se agachó, su cuerpo pegado al suelo, mientras los perros olfateaban el aire, ajenos a su presencia.

Se escondió detrás de un árbol, su espalda presionada contra la corteza rugosa, sus ojos escudriñando el camino por delante. Un grupo de niños jugaba al escondite, sus risas y gritos llenando el aire de alegría. Esperó, su corazón latiendo con fuerza, hasta que el camino estuvo despejado.

Cada obstáculo superado era una pequeña victoria, pero la fuente aún estaba a cierta distancia. Laura, con su determinación intacta, sabía que no podía detenerse. La vergüenza y el miedo eran sus compañeros constantes, pero su deseo de recuperar su ropa y su dignidad la impulsaban a seguir adelante.