Calle de los Robles Nº34, PB

Lucas se asusto al ver el pedido de la Calle de los robles. Una gran cantidad de hielo. Antes de abrir el timbre ya sabia cual era el motivo por la música que se escuchaba en el rellano del chalet, había una gran fiesta. Le abrió un joven que apenas se sostenía, y tras un grito en una lengua que no entendió, aparecieron otros jóvenes, que rondaban la veintena, y que comenzaron a coger el hielo.

Como no le prestan atención Lucas enciende la consola y mira cuantos nombres aparecen en la pantalla. Hay 16 nombres, todos extranjeros. Parece que es una fiesta Erasmus. Lucas piensa en marcharse ¿Es capaz de meterse dentro con 16 jóvenes con deseos irrefrenables de follarle el culo? Aunque también son 16 propinas...

Lucas toma una decisión valiente y apreta y selecciona a los 16 nombres. Después entra en la casa.

La música esta muy alta y los pasillos abarrotados. También hay mujeres en la fiesta, que actúan como si no se dieran cuenta de que todos los hombres de la fiesta no pueden dejar de mirar al nuevo visitante. Varias manos le magrean al pasar por los pasillos. Uno de los fiesteros le hace un gesto con la mano para que entre con el al baño, mientras con la otra se saca la polla como reclamo.

Al llegar al salón, y antes de que pueda decir nada, dos fornidos y rubios estudiantes se acercan hasta Lucas y comienzan a restregarse contra él. El repartidor nota sus gordas pollas sobre sus muslos, e intenta ordenarlos un poco, pero en un impulso, uno de ellos le tumba sobre el suelo con delicadeza pero también con firmeza, y se saca la polla. Pronto le acompaña el segundo.

La música sigue, reduciendo el volumen del grito de sorpresa de las mujeres. Lucas no da abasto con las dos pollas que se rozan entre ellas en su boca. Pronto aparece una tercera polla, y una cuarta. Cuando se dio cuenta, casi una docena de rabos de diferente tamaño y forma se pelean por follarle la boca al repartidor.

Los estudiantes están muy calientes, pero en todo grupo siempre hay un líder. En este caso es un joven alto y fibrado, que en un español pésimo, le pide a Lucas que le acompañe a una habitación, lejos del circulo de pollas. Agobiado, el repartidor acepta, sin esperar que al llegar y colocándole las dos piernas entre dos camas, el estudiante empieza a penetrar el culo del pecador, eso si, con una destreza que hace que Lucas se le ponga la polla dura como una piedra.

Tras unos minutos de intenso taladro, el líder comienza a tener como unos espasmos que indican que se esta corriendo dentro del culo del muchacho. Tras salir, Lucas no tiene tiempo de descansar, pues uno de los otros estudiantes que han estado viendo la follada desde el pasillo, levanta al nini como si fuera un muñeco y lo lleva de nuevo al salón. Allí, rodeado de estudiantes desnudos, empiezan a turnarse para follarle el culo y la boca con sus calientes pollas.

Lucas casi pierde la consciencia despues de recibir la sexta corrida en su interior. Pero los erasmus no paran. cuando uno parece cansarse, es remplazado por otro. Le cuesta respirar debido a que siempre tiene una polla en la boca, y la cara la nota apelmazada de las veces que le han vertido su leche en ella.

Las mujeres se han ido ya, El **** y los porros aun siguen circulando. Incluso, empiezan a grabarse con el móvil sonriendo a cámara orgullosos de destrozar el culo de Lucas, que ya se ha quedado sin voz de gemir de placer.

La noche acaba, y Lucas despierta en el salón, pegajoso y apestando a sexo. A su lado dormitan desnudos otros estudiantes, roncando satisfechos después de una sesión maratoniana de sexo. El pecador se viste como puede y se marcha, pensando en la propina que habrá conseguido. Cuando abre la aplicación, ya en su casa, lanza una maldición al aire. ¡No le han dado propina! También es verdad, que jamás pudo comunicarles que su culo no estaba incluido en el pedido.

-Debo aprender ingles- se juró Lucas.