Buscar alguna forma de obligar a su hermana a no realizar la boda

Al día siguiente, me desperté aún algo triste por la noticia de mi hermana, pero también emocionado por la oportunidad de pasar tiempo con ella. Sin embargo, esa emoción se vio empañada por la perspectiva de encontrarme con ese imbécil. Con esos pensamientos revoloteando en mi cabeza, me dirigí hacia el comedor, donde ya se encontraban mi padre y mi hermana.

Ella lucía impresionante, vestida con una túnica que mezclaba tonos de azul y blanco, creando un efecto hipnotizante que resaltaba su tez pálida y sus ojos centelleantes. Un cinturón de cuero oscuro marcaba su cintura, realzando su figura esbelta y elegante. Con cada movimiento, la tela fluía con gracia alrededor de ella, otorgándole un aire de majestuosidad. Sus pechos, envueltos en la suave tela, destacaban de manera prominente, atrayendo todas las miradas.

Me había citado para ayudarla con algunos preparativos para la boda, lo que añadía una chispa de emoción a mi encuentro con ella. Mi hermana me recibió de manera bromista y cariñosa, dándome los buenos días con una sonrisa que iluminaba la habitación. Los tres compartimos el desayuno, pero me apresuré a terminar para dar paso a mis planes.

Al salir del comedor, dejé a mi padre y a mi hermana un tanto desconcertados. Busqué a mi guardia personal, Alexander, aquel en quien depositaba mi mayor confianza. Hacía un año, lo había ayudado a encontrar a su esposa e hija, y desde entonces, había jurado lealtad absoluta hacia mí. Le expliqué mis planes y lo envié al mercado negro en busca de algún artefacto que pudiera ayudarme a hacer que mi hermana fuera solo mía.

[Noah y Alexander están en el sótano de la mansión Morrison, un lugar tranquilo y privado donde pueden hablar sin ser escuchados por otros.]

Noah: Alexander, necesito tu ayuda con algo muy importante.

Alexander: Por supuesto, mi señor. ¿En qué puedo servirte?

Noah: Estoy planeando algo para detener la boda de Samantha con Sebastian. Necesito que vayas al mercado negro y busques algún artefacto mágico que pueda ayudarme a influir en la mente de mi hermana.

Alexander: ¿Detener la boda de Lady Samantha? ¿Estás seguro de que es lo correcto?

Noah: Sé que suena drástico, pero no puedo soportar la idea de que se case con ese hombre. Confío en ti, Alexander. Te necesito en esto.

Alexander: Entiendo, mi señor. Haré lo que me pides, pero debes tener cuidado. Manipular la mente de Lady Samantha no es una decisión que deba tomarse a la ligera.

Noah: Lo sé, pero estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para proteger a mi hermana. Por favor, apresúrate.

Alexander: Entendido, mi señor. Me pondré en marcha de inmediato y te informaré de cualquier avance.

Noah: Gracias, Alexander. Confío en ti más que en nadie.

En el sótano de la mansión Morrison, lejos de oídos indiscretos, Noah y Alexander discuten los planes con la seguridad de que su conversación está protegida de miradas y oídos curiosos.

Después de despedirse de Alexander, Noah se reúne con su hermana en el salón privado de la mansión Morrison para discutir los detalles de la boda.

Después de un par de horas de planificación con Alexander, Noah se reúne con Samantha en el salón privado de la mansión Morrison para hablar de los detalles de la boda.

(Samantha y Noah están sentados en el salón privado de la mansión Morrison, revisando algunas revistas de decoración para la boda. El sol brilla suavemente a través de las ventanas, iluminando la habitación con una luz cálida y acogedora.)

Samantha: (mientras mira las revistas) Noah, ¿qué te parece este esquema de colores para la decoración de la boda? Me encanta el azul claro y el blanco juntos, ¿no crees?

Noah: (asintiendo) Sí, creo que sería una elección encantadora. Se vería muy elegante y fresco. Además, esos tonos combinan perfectamente con la atmósfera primaveral que queremos para la ceremonia.

Samantha: (levantando la vista de la revista) Por cierto, ¿por qué te fuiste tan pronto durante el desayuno esta mañana? Me pareció un poco extraño.

Noah: (con una sonrisa fingida) Oh, fue solo que recordé algunos asuntos urgentes que necesitaba atender en la mansión. Lamentablemente, algo inesperado surgió y tuve que salir con prisa.

Samantha: (frunciendo el ceño ligeramente) Ah, entiendo. Espero que no haya sido nada grave. De todos modos, gracias por unirte al desayuno, fue agradable verte incluso por un corto tiempo.

Noah: (asintiendo con gratitud) Por supuesto, hermana. Siempre es un placer pasar tiempo contigo. (Piensa para sí mismo: "Gracias a Dios por la inocencia de Samantha a veces.")

(Samantha y Noah están sentados en el salón privado de la mansión Morrison, discutiendo los detalles de la boda. De repente, se escucha un suave golpeteo en la puerta.)

Samantha: (levantando la mirada, sonriendo) Ah, debe ser Sebastian. (Se pone de pie y va hacia la puerta.)

Noah: (frunciendo el ceño levemente mientras observa a Samantha) ¿Ya llegó ese imbécil?

(Samantha abre la puerta y Sebastian entra, luciendo elegante con su túnica y su armadura bien pulida. Se acerca a Samantha y le da un beso en la mejilla, lo que hace que Noah apriete los puños levemente.)

Sebastian: (con una sonrisa) Buenas tardes, mi amor. Lamento la tardanza, el camino estaba obstruido por mercaderes y viajeros.

Samantha: (devolviendo la sonrisa) No te preocupes, Sebastian. Estoy feliz de que estés aquí.

Noah: (tratando de ocultar su molestia) Hola, Sebastian. Qué bueno verte.

Sebastian: (volteando hacia Noah) Noah, ¿cómo estás? No hemos tenido la oportunidad de hablar últimamente.

Noah: (forzando una sonrisa) Estoy bien, gracias. Solo ocupado con los preparativos para la boda.

(Samantha se da cuenta de la tensión en la sala y trata de aliviarla.)

Samantha: (animadamente) Bueno, ¿por qué no nos sentamos y discutimos los detalles de la boda juntos? Estoy segura de que podemos llegar a algunas decisiones importantes hoy.

(Los tres se sientan juntos, pero la presencia de Sebastian sigue molestando a Noah, quien lucha por ocultar su desagrado mientras continúan con la reunión en la gran sala medieval.)

Después de horas de debate sobre lo que se hara con la boda sebastian se despide dejando solos a samantha y a noah estos últimos hablan sobre cosas triviales y al final se despide de noah dándole un beso en la mejilla a su hermano exitandolo en el proceso.

Después de horas de debate sobre los preparativos de la boda, Sebastian finalmente se despidió, dejando a Samantha y a Noah solos en la acogedora sala de la mansion. Con la partida de Sebastian, la tensión que había llenado la habitación se disipó, dando paso a un ambiente más relajado y ligero.

Samantha y Noah comenzaron a charlar animadamente sobre diversos temas triviales, compartiendo risas y disfrutando de la compañía del otro. Recordaron anécdotas de su infancia, bromearon sobre las excentricidades de algunos de sus parientes y se permitieron simplemente relajarse y disfrutar del momento juntos.

A medida que la conversación fluía, Samantha se levantó para despedirse, y con un gesto cariñoso, le dio un beso en la mejilla a Noah como muestra de afecto fraternal. El suave contacto de sus labios contra su piel envió un escalofrío de excitación por la espina dorsal de Noah, dejándolo con una sensación de calor y emoción mientras observaba a su hermana alejarse.

Después de que Samantha se retirara, Noah se quedó solo en la sala, con el corazón latiendo con fuerza y la mente llena de pensamientos turbulentos. La chispa de deseo que había sido encendida por el beso de su hermana ardía intensamente dentro de él, dejándolo anhelando más de su cercanía y su afecto.

Justo cuando Noah estaba a punto de retirarse a su habitación, Alexander irrumpió en la sala, con una expresión de urgencia en su rostro. Su presencia interrumpió los pensamientos de Noah, quien se volvió hacia él con curiosidad y expectación.

Alexander, con el aliento agitado por la emoción, se apresuró a informar a Noah sobre un descubrimiento crucial que había hecho en el mercado negro. Había encontrado a un mercader de artefactos mágicos que afirmaba poseer dos objetos extraordinarios: un collar y un anillo que, cuando se usaban juntos, tenían el poder de manipular y alterar la mente de una persona.

El collar, según el mercader, tenía la capacidad de someter al portador a la voluntad de quien controlara el anillo. La persona que poseyera el anillo tendría un control absoluto sobre aquellos que llevaban el collar, obligándolos a obedecer sus órdenes sin cuestionamiento alguno.

La noticia dejó a Noah intrigado y cautivado por las posibilidades que ofrecían esos artefactos. La idea de tener tal poder sobre los demás, especialmente en un momento tan crucial como la boda de su hermana, despertó una mezcla de emociones en él: excitación, anticipación y un atisbo de preocupación por las posibles consecuencias de usar tal magia.

Con el corazón latiendo con fuerza y la mente llena de pensamientos, Noah se dio cuenta de que se encontraba en un momento crucial.

Noah: Alexander, necesito que hagas algo por mí.

Alexander: Claro, ¿qué necesitas, mi señor?

Noah: Mañana, a primera hora, quiero que me lleves al mercado negro. He escuchado lo que encontraste y necesito hablar con ese mercader personalmente. Quiero saber cuánto costarán esos artefactos.

Alexander: ¿Estás seguro, mi señor? El mercado negro puede ser un lugar peligroso, y no sabemos realmente qué tipo de persona es ese mercader.

Noah: Lo sé, Alexander, pero esto es importante. Necesito asegurarme de que obtendremos estos artefactos y de que se mantenga en secreto. No puedo permitir que nadie más se entere de esto.

Alexander: Entiendo. Haré los preparativos para mañana a primera hora.

Noah: Perfecto mañana sera un gran dia.

Después de dar las últimas instrucciones a Alexander, Noah se despide de él con un gesto de gratitud y un apretón de manos firme. Con un sentimiento de anticipación y excitación palpable en el aire, Noah se encamina hacia su habitación en la mansion, con pasos rápidos y determinados.

A medida que camina por los pasillos iluminados, los pensamientos de Noah están llenos de planes y posibilidades. La idea de tener en sus manos los artefactos mágicos que podrían asegurar su dominio sobre la mente de su hermana lo llena de emoción y un sentido de poder. Cada paso lo acerca más a su objetivo final: tener a su hermana solo para él, sin la interferencia de nadie más.

Al llegar a su habitación, Noah se detiene frente a la puerta y toma un profundo aliento, saboreando la sensación de anticipación que lo embriaga. Con manos temblorosas, abre la puerta y entra en la habitación, con la mente llena de planes y sueños de un futuro en el que él y su hermana estarán unidos para siempre. Con un sentimiento de triunfo y determinación, Noah se retira a su habitación, emocionado por lo que el mañana traerá y por estar un paso más cerca de alcanzar sus deseos más profundos.