Avenida Dramaturgo famoso nº 12 , atico

Lucas se asusto al ver el coche que fue a recogerlo para su próximo cliente. No por el 4x4 negro, si no por que los acompañaban, además del conductor, dos enormes seguratas con mala cara. Al entrar al coche, dentro le esperaba un hombrecillo de aspecto repelente que le puso ante el un papel impreso.

-Es un contrato de confidencialidad. Fírmalo o baja del coche.

-Puede confiar en mi y en Emmanuel...

-Fírmalo, o baja del coche- insistió.

Lucas se encogió de hombros, y firmo.

El coche les llevo a una céntrica avenida de la ciudad. Entraron por el parking y subieron por un ascensor privado que llevaba al ático. Allí, le guiaron a una habitación lujosa y le pidieron que se quedara en ropa interior. Lucas obedeció, ansioso de conocer quien era su cliente.

Tras unos minutos entró. Era un hombre corpulento de unos cincuenta años. Su cara era muy conocida. Salía en la televisión y en los periódicos todos los días, lanzando odio sobre las mujeres, el colectivo LGTBQ+, y cualquier idea mínima progresista. Era el líder del partido de ultraderecha del país, adalid de la familia tradicional y del nacionalismo más rancio.

El político se quedó paralizado ante el cuerpo semidesnudo de Lucas. Su polla se agitaba bajo sus pantalones.

-Tienes muy buen cuerpo- logro decirle al fin.

Tras la sorpresa, Lucas percibió que necesitaba tomar la iniciativa.

-¿vienes a la cama?

El hombre asintió, en silencio. Cuando llego a su lado, comenzó a acariciar, casi con miedo las piernas y el cuerpo de Lucas. El chico se saco entonces la polla y agarrando la cabeza del político, la guio hasta su herramienta. Entonces el fascista abrió su boca y de una sola vez, se metió todo el rabo dentro.

" este tío sabe comer pollas como un profesional"- pensó Lucas " lo que quiere es que le dominen"

-¿Te gusta mi polla, putita?- arriesgo a decir Lucas. Y acertó, porque el hombretón asintió en silencio mientras seguía haciéndole la mamada.

-No te oigo.

-Si, me gusta mucho tu polla.

-Enséñame tu cuerpo- le exigió el chico.

El político dejo el pene de Lucas y comenzó a desvestirse. Tenia muy buen cuerpo, con unos kilitos que le sentaban de muerte y un pecho velludo donde perderse.

-¿La tienes bien dura eh?- le dijo Lucas tocándole la polla- pero hoy no vas usarla. Hoy vas a recibir mi polla. ¿es lo que quieres?

-Si- dijo titubeante el hombre- quiero que me folles.

-Suplícamelo

-Por favor. Méteme la polla en el culo.

Lucas tumbo al político en la cama, le sujeto una de sus piernas y con decisión comenzó a comerle el peludo culo. Cuando ya se lo vio abierto, fue el momento de follárselo. Se la metió de una sola vez, y no percibió ningún tipo de resistencia. Ese culo era follado con asiduidad.

Ver como el político mas cabrón de su país suplicaba entre gemidos mas polla puso aun mas caliente a Lucas, que se sentía poderoso. Llego incluso a inclinarse sobre él y obligarle a tragarse un escupitajo, que hizo relamerse los labios al hombre.

-Voy a correrme en tu cara y vas a tragarte toda mi leche ¿Lo has entendido?- le dijo, cuando notaba que ya no podía aguantar mas.

-Si. si. Lo que tu digas.

Cuando acabaron ambos. El fascista se despidió con un "adiós" y lo dejo vestirse en la habitación. Ya en el coche, de vuelta a su casa, le acompañó también el hombrecillo de antes. En el portal de su casa, le dijo:

-Me ha comentado que el encuentro ha sido mas que satisfactorio. Quiere volver a quedar con usted.

-Cuando quieran- le respondió con su mejor sonrisa Lucas.