Al chaval que escucha música

apartado entre las dunas, tumbado en la arena, vestido y con unos cascos, un chaval de color de no mas de 25 años escucha música sin preocuparse de que un influencer obsesionado con el sexo como sustituto de la comida pueda darle de beber un afrodisiaco refresco.

-Perdona- dice Alberto, y el chico se quita momentáneamente los cascos- hace mucho calor. ¿Te apetece un poco de refresco?

El chaval asiente y le da un largo trago, que agradece. Luego vuelve a ponerse los cascos, aunque ya no parece tan relajado como antes. Alberto, que se encuentra a su lado le vuelve a dar un toque en el hombro. Esta vez el chico se quita los cascos mas rapido.

-Sigue haciendo calor, y debes de tener muy buen cuerpo. Deberías quedarte desnudo.

El joven, nervioso pero con decisión, comienza a desvestirse, mostrando un cuerpo delgado, pero fuerte, y una larga y oscura polla empalmada.

-¿a que ahora estas mejor?-pregunta el gourmet, y el chico asiente- mira, yo te acompaño.

Y con parsimonia, Alberto va desnudándose. Su herramienta también esta lista, y al quitarse el bañador, el chico toma su primera decisión, y empieza a mamársela.

Antes de que la mamada acabara en corrida, Alberto se coloco boca abajo. El chico ya sabia que tenia que hacer, y con una energía que no había demostrado antes, comenzó a follarse el culo del influencer hasta que lo relleno con su leche.

-Ha sido un bocado de pescado bastante placentero. Quizá algo menos característicamente marino, pero igualmente un deleite.