Disable your Ad Blocker! Thanks :)
Chapter 16
by Salidoman2000
¿Qué hacen ahora los asesinos?
Sombra tiene un segundo asalto con Catherine.
Sombra ya comenzaba a reponerse. Nunca había tenido problemas, pero llevaba unas cuantas pastillitas azules encima, por lo que pudiese ocurrir. No era idea suya, claro. Eran órdenes de Cerebro. Al parecer el cliente pagaba mejor si le daban un buen espectáculo.
Por fortuna para reforzar el ego del ex espía, no llegó a necesitarlas. Su polla acababa de volver a despertar. Tenía muchos blancos con los que emplearse. Él ya se había decidido. Tan solo habría probado la boca de Catherine. Era hora de ir un poco más lejos.
Catherine aún estaba asustada por la última amenaza del líder de esos individuos. Además, hiciese lo que hiciese, no se quitaba la maldita pistola de encima. Ese hombre al que parecían llamar Sombra debía haber notado el miedo que le daba saberse en el lado malo del cañón del arma. Lo peor era que, por mucho que lo detestase, no reunía valor para intentar defenderse siquiera. Era una mujer de muchas virtudes tanto físicas como intelectuales. El valor no era una de ellas, siempre lo había sabido. Por eso no forcejeó cuando Sombra le indico que se levantase. Lo hizo despacio, con la espalda aún apoyada en la pared. Deseaba haber podido salir corriendo, o retroceder aún más. No sabía que su agresor la quería justo así.
Sombra enfundó la pistola. Sin preámbulos y por sorpresa, levantó la pierna izquierda de Catherine, empujándola más aún contra la pared, y utilizó la mano derecha para guíar su miembro a la entrada de la vagina. La penetró de un solo empujón.
Catherine apretó los dientes y cerró los ojos. Sintió el pene invadiéndola. No estaba preparada. La falta de excitación le había impedido lubricar de forma natural, y Sombra no iba a usar ningún otro tipo de ayuda. El dolor fue inmenso, cómo un puñal en las entrañas. Llevó las manos a los hombros de su agresor y, por primera vez, intentó empujarlo. Aunque se mantenía en buena forma, no tenía bastante fuerza para superar a un profesional. Pasó a golpearle con ambas manos en el pecho. Con los puños, con las manos. Empezaba a defenderse histéricamente.
La polla de Sombra jamás había estado en un lugar mejor. La abogada no estaba disfrutando, eso era evidente, pero no era problema suyo. Aún sosteniendo la pierna izquierda, comenzó su movimiento rítmo. Disfrutaba con la cara de dolor que su víctima ponía en cada embestida, y el pequeño alivio que parecía sentir cada vez que sacaba parte de la polla, permitiéndola solo entonces apoyar el pie derecho del todo en el suelo. Cuando embestía, la pobre criatura acababa quedando de puntillas durante un instante.
Por primera vez, notó cómo ella comenzaba a defenderse. Los puñetazos no le molestaban. Ni siquiera estaba dándolos con fuerza o en un lugar doloroso. Más aún, se divertía al verla. Muy a su pesar, no podía permitir que siguiese así. Disfrutaba viéndola sometida y humillada. Imaginaba que mostrarle lo fútil de su resistencia ayudaría aún más. Le dió una bofetada en cada mejilla. El efecto fue inmediato. La morena volvió a quedar inmóvil, aceptando toda la polla de Sombra.
Catherine había quedado de nuevo inmóvil. No estaba acostumbrada a recibir golpes. El dolor y el ardor de las mejillas le hizo temer el momento en que aquel hombre se decidiese a atacarla en serio. Notaba el miembro entrando y saliendo de ella. Ya tenía la vagina irritada, le dolía y escocía a la vez. Su única respuesta fue dejarse hacer lo que él quisiera. No tenía otro remedio.
-Ahhh. Acaba ya...
Sombra sonrió al escuchar aquellas palabras. Le había gustado contradecirlas, solo para seguir contemplando el rostro de humillación de Catherine, pero era verdad que ya no aguantaría mucho más. Aumento el ritmo y la violencia. Intentaba levantarla completamente del suelo en cada empujón. Pronto se encontró moviendo las caderas tan rápido que incluso a él le producía algo de dolor en la polla. Sentía demasiado placer como para darle importancia.
Al final se corrió dentro del coño de la morena. Dió un último par de embestidas, y luego se la sacó a la vez que soltó la pierna.
Catherine quería vomitar. Ahora tenía el semen de ese hombre tan despreciable chorreando desde la Vagina. Rendida, se dejó caer al suelo de nuevo. No podía más. Tenía miedo de lo que pudiese ocurrir después. Era evidente que las cosas no mejorarían con la fuerza. No, ella arreglaba los problemas usando la cabeza. Debía aprovechar la recuperación de Sombra para pensar en algo.
¿Se le ocurre algún plan a Catherine?, ¿Prosigue la orgía?
Disable your Ad Blocker! Thanks :)
4 mujeres condenadas
4 mujeres pasan una semana en una cabaña aislada, sin saber que un grupo de mercenarios las vigila
Created on Jul 29, 2012 by Salidoman2000
- All Comments
- Chapter Comments