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Chapter 12 by Alman02 Alman02

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Luna llena parte 2

Después de un rato de caminar, Noah, aunque ya ha compartido momentos íntimos con su hermana, no puede evitar sentirse nervioso por la ocasión: finalmente podrá depositar su semen dentro de ella y llenarla con sus hijos. Observa por reflejo el alegre trasero de Samantha, viendo cómo sus glúteos suben y bajan con cada paso que da. En circunstancias normales, Samantha lo habría reprendido por mirarla o a otra mujer de esa manera sin su consentimiento, recordándole que un caballero no debe comportarse así hacia una mujer ya que no son simples objetos de lujuria. Sin embargo, ahora ella es simplemente una esclava bajo las órdenes de su amo gracias al control mental.

Samantha le sonríe y le expresa su amor, Noah sabiendo que esta ocasión será diferente, anteriormente, había utilizado a su hermana para su propio placer, pero ahora ambos disfrutarán del momento que está próximo a suceder, ya que esta es una ocasión especial. Se siente seguro porque sabe que Alexander y Morgana, lo protegerán con sus vidas.

A pesar de los nervios, Noah se siente decidido y confiado. Sabe que el amor y la pasión que comparte con su hermana les permitirán disfrutar de este momento de manera única y especial. Juntos, se adentrarán en la oscuridad de la noche, listos para explorar los lugares que les guardan, mientras el destino de ambos se entrelaza en un vínculo más profundo y poderoso.

Noah guió a Samantha hacia el espacio abierto iluminado por la luz de la luna y las luciérnagas revoloteando a su alrededor. Era un lugar especial, apartado de la civilización, donde solo reinaba la naturaleza y la intimidad. Una vez allí, Noah instruyó a Alexander y Morgana para que les dieran privacidad, mientras ellos dos quedaban solos.

Al ver a su hermana, Noah sintió que el momento esperado finalmente había llegado: el momento de embarazar a su hermana y que esta tenga a sus hijos. Samantha lo miró con amor y le devolvió una sonrisa cálida, entendiendo lo que estaba por suceder.

Sin perder más tiempo, Noah se despojó de sus prendas y ordenó a Samantha que hiciera lo mismo. Esta noche era suya, el momento de consumir su amor. Ambos se acercaron y comenzaron a besarse con pasión desenfrenada, entregándose el uno al otro con una intensidad abrumadora.

Tendidos en el suelo, Noah comenzó a acariciar el cuerpo de Samantha, provocando gemidos de placer que llenaban el aire nocturno. Mientras tanto, Morgana y Alexander permanecían a una distancia respetuosa, cumpliendo con su deber de proteger a sus amos y observando en silencio.

Mientras Samantha y Noah se perdían en su amor y pasión, Morgana sintió celos en su interior, anhelando el momento en que ella pudiera estar con su querido amo. Por su parte, Alexander se mantuvo firme, centrado en su misión como un verdadero caballero, ignorando los sonidos de pasión que resonaban a su alrededor.

Noah y Samantha se encontraron frente a frente, completamente entregados el uno al otro en ese momento de pasión desenfrenada. Con delicadeza, Noah introdujo su vara de amor en la vagina de Samantha, mientras tomaba sus pezones entre sus dedos y los chupaba, provocando una oleada de placer en ella.

Los ojos de Samantha se cerraron instintivamente mientras su cabeza se inclinaba hacia atrás, perdida en las sensaciones abrumadoras que inundaban su ser. Cada caricia, cada beso, cada movimiento de Noah la transportaba a un estado de éxtasis indescriptible.

Ambos se besaban con fervor, disfrutando cada instante de ese momento único y especial. El verdadero amor entre hermanos florecía en medio de la pasión y la entrega total.

Samantha expresó sus sentimientos sin reservas, confesando a Noah el profundo amor que sentía por él. Le aseguró que nunca lo abandonaría, que siempre estaría a su lado para protegerlo, cuidarlo y satisfacerlo en todos los sentidos. Prometió que haría todo lo que estuviera a su alcance para hacerlo feliz, ofreciéndole su amor puro y sincero en cada momento.

Noah recibió esas palabras con gratitud y amor en su corazón, sintiendo la conexión profunda que compartían como hermanos. En ese momento de intimidad compartida, ambos se entregaron el uno al otro por completo, sabiendo que su unión era más fuerte que cualquier adversidad que pudiera enfrentar.

Noah y Samantha se encontraron en un momento de intimidad profunda, donde el amor entre hermanos se expresaba de la manera más pura y entregada. Mientras sus cuerpos se unían en un baile de pasión y deseo, Samantha detuvo su movimiento por un instante y, mirando a los ojos a su hermano, le dijo con voz serena pero llena de amor:

"Noah, desde este momento, solo tú eres el dueño de mi cuerpo, mi mente y mi corazón. Tu felicidad es lo único que me importa. Te prometo que te daré todos los hijos e hijas que deseas, y juntos crearemos un hogar lejos de todo, en el bosque. En ese lugar, tú, Morgana y yo construiremos un nido de amor, donde podremos ser libres y felices juntos, justo como tú lo deseas, hermano."

Noah, conmovido por las palabras de su hermana, la abrazó con ternura y le prometió protegerla y amarla por el resto de sus días. En ese momento, supo que su lazo fraternal se había transformado en algo aún más profundo y sagrado, una unión de almas destinada a perdurar por la eternidad.

Mientras los susurros del amor y el deseo envolvían el aire, Samantha se vio invadida por una oleada de emociones abrumadoras. Entre gemidos de placer y con un susurro entrecortado, miró profundamente a los ojos de su hermano y le confesó:

"Noah... desde este momento... solo tú eres el dueño de mi cuerpo, mi mente y mi corazón... Tu felicidad es lo único que me importa... Te prometo que te daré todos los hijos e hijas que deseas... los cuidaré y educaré... pero solo te amaré a ti... Mi corazón es para ti... seré tu chica ideal... tu hermana ideal... y juntos crearemos un hogar lejos de todo, en el bosque... En ese lugar, tú, Morgana y yo construiremos un nido de amor, donde podremos ser libres y felices juntos... justo como tú lo deseas, hermano... Ah... ah... ahhhh ...ahhh..."

Mientras pronunciaba cada palabra, los susurros de Samantha se mezclaban con sus gemidos de placer. La cadencia de su voz se interrumpía, incrementando en intensidad a medida que la excitación se apoderaba de ella. Entre los suspiros de éxtasis, las promesas de amor resonaban con fuerza, envolviendo a ambos en un lazo inquebrantable. Y al compás de su confesión, el sonido rítmico del pene de su Noah chocando contra la vagina de su hermana añade una melodía de pasión al ambiente, como una sinfonía de amor incestuoso en la noche.

"Noah... mi amo... mi dueño... mi todo... Desde hoy, mi voluntad es tuya... en cuerpo y alma... Te entrego cada suspiro, cada latido de mi corazón... Prometo ser tu sirvienta más leal... Tu deseo es mi orden... y mi único anhelo es verte feliz... Ah... ah... ahhhh... ahhhh..."

Con cada palabra, Samantha se entregó más profundamente a su hermano, su voz entrecortada por gemidos de placer y sumisión. El control mental sobre ella era evidente en su tono de voz, impregnado de devoción absoluta hacia Noah. Mientras hablaba, sus movimientos se sincronizaban con los de él, como si cada gesto estuviera guiado por la voluntad de su amo.

"Noah... mi señor... mi amo querido... Eres mi luz en la oscuridad... Mi razón de ser... Prometo ser tu esclava fiel... Tu cuerpo es mi templo... Tu deseo , mi ley... Ah... ah... ahhhh... ahhhh..."

Las palabras de sumisión fluían de los labios de Samantha, mezclándose con sus jadeos de éxtasis. Cada declaración reafirmaba su entrega total a su hermano, resaltando el poderoso control mental que ejercía sobre ella. Mientras hablaba, su cuerpo se movía al ritmo de sus deseos, rendido por completo a su voluntad.

"Noah... mi amado... mi dueño... Siento tu control sobre mí... en cada fibra de mi ser... Mis pechos te pertenecen... tómalos... hazlos tuyos... bebe de mis pezones.... son solo para ti... Ah... ah... ahhhh... ahhhh..."

Samantha gemía mientras Noah tomaba sus pezones con firmeza, su voz resonaba con sumisión y deseo. La influencia de su hermano sobre ella era palpable en cada palabra, cada gesto, cada gemido. Su entrega era total, sus deseos eran los suyos, y su placer provenía únicamente de satisfacerlo.

"Noah... mi señor... mi dueño absoluto... Soy tu incubadora personal... Espero ansiosa producir leche para ti... para que puedas tomar de mí cuando quieras... incluso cuando nuestros hijos estén cerca. .. Ah... ah... ahhhh... ahhhh..."

Las palabras de Samantha fluían con devoción mientras Noah exploraba su cuerpo con deseo y posesión. Ella aceptaba su papel como su incubadora, su proveedora de placer y nutrición, entregándose por completo a su voluntad.

"Noah... mi amado... mi todo... No volveré a ver a nadie más... Eres todo lo que necesito para ser feliz... Tú eres mi mundo... mi todo... mi hermano menor... Ah... ah... ahhhh... ahhhh..."

Las palabras de Samantha eran un eco de sumisión y entrega mientras Noah afirmaba su control sobre ella. Su deseo era la ley para ella, su presencia lo llenaba todo, y su amor la consumía por completo.

En la penumbra de la habitación, con el suave resplandor de la luna filtrándose a través de las cortinas, Noah y Samantha se entregaban al éxtasis de su relación prohibida. Mientras la pasión fluía entre ellos, Noah tomó el rostro de Samantha entre sus manos y la miró profundamente a los ojos.

"Samantha..." susurró Noah, su voz cargada de deseo y posesión. "Eres mi esclava sexual, ¿lo entiendes? Tu cuerpo, tu mente, tu placer... todo me pertenece."

Samantha, con la respiración entrecortada por la excitación, avanzando con sumisión y devoción. "Sí, Noah... siempre será tu esclava sexual, siempre que lo desees", respondió con voz temblorosa, entregándose por completo a su hermano.

Noah se siente profundamente satisfecho al escuchar sus palabras, sintiendo cómo el control sobre su hermana fortalece aún más su conexión. Con cada roce, cada gemido compartido, su lazo se volvió más profundo y más fuerte, sellando su destino en una espiral de pasión y sumisión.

Bajo el manto de la luna, en la intimidad del bosque, Noah y Samantha se entregaban al fervor de su deseo prohibido. Cambiaron a la posición de vaquero, con Samantha montando a Noah, y él sujetando con fuerza sus caderas mientras ella se balanceaba de arriba y abajo sobre él. Samantha, consciente del deleite de su hermano por sus senos, puso sus manos debajo de ellos para realzarlos aún más, ofreciéndolos como una ofrenda al deseo de Noah.

"Noah..." susurró Samantha, su voz cargada de anhelo mientras se balanceaba sobre él, entregándose al placer compartido. Sus pechos se balanceaban con cada movimiento, atrapando la mirada de Noah, quien los contemplaba con devoción y deseo.

Noah sujetó con aun mas fuerza las caderas de su hermana, guiándola en su danza de éxtasis mientras ambos se perdían en la vorágine de sensaciones. El placer los envolvía por completo, eclipsando cualquier pensamiento o duda que pudiera tener.

Y entonces, en el clímax de su unión, Noah dejó escapar un gemido de éxtasis mientras depositaba por primera vez todo su semen dentro de su hermana embarazándola en el proceso. Samantha, abrumada por el placer que la invasión, soltó un grito de júbilo, su voz resonando en la quietud del bosque, celebrando el momento tan esperado que finalmente había llegado.

Desnudos y unidos en cuerpo y alma, Noah y Samantha llenaron el aire con el aroma embriagador de su amor compartido, su éxtasis impregnando el bosque con el dulce perfume de su pasión desenfrenada. En ese instante, no había nada más que el simple y puro placer de amarse el uno al otro, entregándose por completo al fuego ardiente de su deseo.

Samantha se recostó sobre Noah, sintiendo la calidez de su cuerpo debajo de ella. Aún podía sentir el pene de su hermano incrustada dentro de ella, grabándole la intensidad de su unión. Con una sonrisa tierna, se encontraron mirándose a los ojos, compartiendo un momento de complicidad y amor.

Noah sonoro con ternura, acariciando con suavidad el rostro de su hermana. "No puedo creer lo que acabamos de hacer... ¿Estás seguro de esto? ¿De lo que hemos hecho?"

Samantha le devolvió la mirada, sus ojos brillando con complicidad y amor. "Sí, Noah. Estoy segura. Con esto... quedaré embarazada".

Noah la miró con asombro, la admiración reflejada en sus ojos. "La primera de muchas, ¿verdad?"

Noah se acercó y la abrazó con ternura, sintiendo el latido de sus corazones en sincronía. "Siempre juntos, Samantha. Siempre y para siempre."Samantha se acomodó más cerca de su hermano, sintiendo el latido de sus corazones en armonía. "Yo tampoco puedo esperar, Noah. Pero por ahora, solo quiero estar contigo".

Con esa promesa de amor y apoyo, los dos se abrazaron con fuerza, listos para enfrentar juntos cualquier desafío que la vida les presentara. Y mientras el cansancio los envolvía, ambos se prepararon mentalmente para una segunda ronda.

Después de un breve descanso, Noah se sintió renovado y lleno de un poderoso deseo por su hermana. Con voz autoritaria, embriagado de poder, ordenó a Samantha que se acercara al árbol y colocara sus manos en él, exponiendo su trasero al aire para él.

"Samantha", dijo Noah con firmeza, su voz resonando en el tranquilo bosque. "Ven aquí y coloca tus manos en este árbol."

Samantha obedeció sin vacilar, sintiendo la excitación palpable en el aire mientras se preparaba para lo que vendría a continuación. Sus manos temblaban ligeramente con anticipación mientras se apoyaba contra el árbol, ofreciendo su trasero a su hermano.

Noah se acercó a ella con determinación, su mirada ardiente de deseo mientras admiraba la figura de su hermana. Sin decir una palabra más, sacó su vara de amor y la guió hacia el ano de su hermana probando por primera vez el anal.

Samantha dejó escapar un gemido de anticipación cuando sintió el pene de su hermano una vez más. Las sacudidas de placer que Noah le dio la hicieron gemir y retorcerse, su cuerpo respondiendo al ritmo poderoso de su hermano.

Entre susurros de placer y el sonido de la naturaleza que los rodeaba, Noah y Samantha se entregaron al ardiente deseo que los consumía una vez más. Con cada movimiento, su conexión se fortaleció, llevándolos a nuevas alturas de placer y éxtasis en medio del tranquilo bosque.

Noah: "Ven aquí, Samantha. Es hora de la siguiente ronda."

Samantha: Con voz temblorosa "Sí, Noah. Haré lo que me pidas."

Noah: Con voz autoritaria "Pon tus manos en el árbol y expón tu trasero para mí."

Samantha: Con una mezcla de nerviosismo y excitación "Sí, Noah... Lo haré."

Noah: Mientras guía su vara de amor hacia ella "Estoy deseando sentirte de nuevo, Samantha. Esta vez, será aún mejor."

Samantha: Gimiendo al sentir la entrada de su hermano "Oh, Noah... Sí... Hazlo..."

Noah: Con determinación "Te lo prometí, Samantha. Te daré todo lo que necesitas."

Samantha: Entre gemidos de placer "Oh, sí, Noah... Te necesito... Más..."

Noah: Mientras aumenta el ritmo "Eres mía, Samantha. Solo mía."

Samantha: Entre susurros de éxtasis "Sí, Noah... Solo tuya... Ahhh..."

Desde la perspectiva de Noah, mientras introduce su vara de amor en su hermana y la hace gemir con placer, una ola de recuerdos lo invade. Recuerda la primera vez que se enamoró de ella, no solo por su belleza deslumbrante, sino por su amabilidad y elegancia innatas. La imagen de Samantha consolándolo cuando los otros niños lo rechazaban, envolviéndolo en un abrazo cálido y reconfortante, le devuelve la sensación de seguridad y amor incondicional que siempre le brindó.

También rememora el baile que compartieron en un evento de la casa Morrison, donde Samantha le pidió que bailara con ella. Esa conexión íntima y el brillo en los ojos de su hermana mientras se movían juntos en la pista de baile permanecen vívidos en su mente. Y no puede olvidar el momento en que consoló a Samantha después de que su primer novio la dejara, pensando para sí mismo que ese chico fue un idiota por abandonar a una mujer tan increíble.

Ahora, mientras Samantha gime de placer bajo él, Noah se regodea en el hecho de que ahora ella solo tiene ojos para él. Su hermana mayor es suya, su esclava, y todo gracias al control mental que ejerce sobre ella. En este momento, en medio del éxtasis del placer compartido, Noah sabe que Samantha solo lo ama a él, solo piensa en él, y eso lo llena de una sensación de poder y dominio absoluto.

Desde la perspectiva de Samantha, entre intensos gemidos de placer, se siente completamente feliz de estar con la única persona que ama: su hermano. Mientras siente su pene dentro de ella, no puede evitar recordar el día en que su madre le anunció que sería una hermana mayor. En ese momento, Samantha estaba emocionada por la idea de tener a alguien con quien pasar el tiempo, enseñarle cosas y tal vez incluso ayudarlo a encontrar una novia en el futuro.

Recuerda con claridad el momento en que sostuvo a su hermano en sus brazos por primera vez, y cómo su corazón se llenó de amor. La primera palabra de su hermanito, "Sam", resonó en su mente como una canción que nunca olvidaría. También revive los momentos preciosos que compartieron juntos, desde acompañarlo en su primer día de escuela hasta darle consejos sobre cómo hablar con chicas.

Todos esos recuerdos, tan queridos para Samantha, se mezclan con la intensidad del placer que siente en el momento presente. Gracias al extraño collar que su hermano le regaló, ha descubierto que lo ama más de lo que debería, que solo desea estar a su lado y que los demás no importan en comparación. Su hermano es su todo, y ella hará todo lo posible para hacerlo feliz y atenderlo en todo lo que necesite.

Mientras piensa en todas estas cosas, siente cómo la esencia de su hermano vuelve a llenarla mientras sus ojos se ruedan hacia atrás en éxtasis. Grita de placer, tan intensamente que incluso pierde fuerzas en las piernas y termina cayendo al suelo. Sin embargo, en ese momento, en su mente, solo existe la felicidad de estar con su hermano para siempre.

Noah se queda boquiabierto ante la escena que tiene delante. Su hermana, Samantha, yace en el suelo, su cuerpo desnudo bañado por la luz de la luna que se filtra a través de las hojas de los árboles. El éxtasis en su rostro es palpable, sus labios entreabiertos dejando escapar suaves gemidos de placer.

El corazón de Noah late con fuerza mientras la admira, su mente llena de emociones encontradas. Por un lado, está abrumado por el deseo que arde en su interior, pero por otro, se siente abrumado por la responsabilidad de tener el control total sobre su hermana.

Con un esfuerzo sobrehumano, Samantha logra articular unas pocas palabras, su voz temblorosa pero llena de pasión.

"Noah... yo... te amo", susurra, apenas audible sobre el susurro del viento en el bosque.

Samantha se estremece ante sus palabras, sus ojos brillando con una mezcla de felicidad y entrega absoluta. Pero entonces, sin previo aviso, se detiene y se levanta del suelo con una gracia majestuosa. Se arrodilla frente a Noah, y en ese momento, su mirada cambia, con sus ojos adquiriendo un color morado.

Noah la observa con sorpresa y asombro mientras ella habla con una voz que suena firme e inexpresiva.

"Ahora que has depositado tu semilla dentro de mí, ya no necesito de un artículo mágico para controlarme", declara Samantha con una autoridad que hace eco en el bosque. "Yo, Samantha Morrison, te reconozco a ti, Noah Morrison, como mi único amo y señor. Puedes hacer con mi mente y cuerpo lo que desees, pues has cumplido con el requerimiento de inseminarme en la noche de luna llena."

Noah queda sin palabras ante la declaración de su hermana, pero una sensación de poder y dominio comienza a crecer dentro de él. Ahora tiene un control absoluto sobre ella, una sensación abrumadora pero intoxicante.

Samantha se inclina hacia él, sus ojos morados brillando con una intensidad que lo deja sin aliento.

Noah con una voz llena de emoción contenida. "A partir de ahora, cuidaré de ti y te guiaré como tu amo y señor. Juntos, huiremos a algún lugar, donde podamos ser libres y felices para siempre."

Noah observaba a Samantha con una mezcla de triunfo y anticipación en sus ojos. Con un gesto de su mano, había deshecho el lazo que ataba a su hermana a cualquier otro poder que no fuera el suyo. Ahora, ella era completamente suya, sin necesidad del collar ni del anillo.

Noah: (con una sonrisa maliciosa) Samantha, que me perteneces por completo, ahora puedo hacer que tu mente sea un lienzo en blanco, moldeándola a mi antojo. Puedo hacer realidad mis fetiches mas oscuros, desde hacerte creer que eres una niña pequeña, jugando inocentemente con mi pene... o tal vez convertirte en mi fiel perro, siempre a mi lado, obedeciéndome y satisfaciéndome en todo momento. ¿Qué te parece ser mi sirvienta personal al igual que Morgana, con ambas cumpliendo cada uno de mis deseos con devoción? O, si prefieres, puedo reescribir tus recuerdos, haciendo que olvides quién eres realmente y volver a hacerte creer que eres mi madre, protectora.

Samantha, con una expresión de sumisión en su rostro, asiente lentamente, reconociendo su total sometimiento a su hermano.

Samantha: (con voz suave y sumisa) Sí, Noah... Haré todo lo que desees. Mi mente, mi cuerpo y mis recuerdos son tuyos para moldear a tu gusto. Soy tuya, completamente y sin reservas.

Noah, complacido por la sumisión absoluta de su hermana, saborea su victoria. Ahora, con el poder de influir en la mente de Samantha, su control sobre ella es absoluto.

Noah observó a Samantha, quien yacía inconsciente en el suelo tras haber logrado su objetivo de controlar completamente su mente. Con una mezcla de satisfacción y preocupación, llamó a Morgana, su fiel sirvienta y esclava.

Noah: ¡Morgana!

Morgana, alertada por la urgencia en la voz de su amo, llegó rápidamente al lugar.

Morgana: ¿Sí, mi señor? ¿Qué necesita?

Noah señaló a Samantha en el suelo, explicando la situación con brevedad.

Noah: Mi hermana está agotada por el esfuerzo que ha hecho esta noche. Necesito que la ayudes a vestirse y la lleves. Buscaremos un carruaje para llevarla de vuelta a casa.

Morgana asintió con determinación, comprendiendo la gravedad de la situación.

Morgana: Entendido, mi señor. Me ocuparé de la señorita Samantha.

Con habilidad y cuidado, Morgana ayudó a vestir a Samantha y luego la levantó con suavidad en sus brazos. Noah observó con gratitud mientras su leal sirvienta se preparaba para llevar a su hermana a un lugar seguro. Sabía que, gracias a Morgana, Samantha recibiría la atención necesaria.

Después de que Morgana cargara a Samantha en sus brazos, Alexander llegó al lugar, habiendo escuchado la conversación sobre la necesidad de un carruaje.

Alexander: Señor, escuché que necesitan un carruaje. Tengo un amigo que partirá mañana y podríamos viajar con él.

Noah, agradecido por la propuesta de Alexander, consideró la idea.

Noah: Eso sería perfecto, Alexander. Con todo lo que a pasado creo que tu y tu familia deberían acompañarnos, para que puedan tener una vida como personas normales

Alexander reflexionó por un momento antes de responder.

Alexander: Sí, señor. Mi familia y yo iremos con usted.

Noah asintió, agradecido por la lealtad y la disposición de Alexander y su familia.

Noah: Bien. Entonces, ambos viajaremos juntos y luego tomaremos caminos separados. Tú te encargarás de tu familia, y yo me ocuparé de Morgana y Samantha.

Alexander aceptó la propuesta después de considerarlo cuidadosamente.

Alexander: Lo entiendo, señor. Estaremos listos para partir cuando usted lo desee.

Con todo resuelto, Noah, Alexander, Morgana con Samantha en brazos, se dirigieron hacia la casa de Alexander. Al llegar, encontraron a su familia reunida en la sala.

Noah: (dirigiéndose a la familia de Alexander) Buenos días. Espero no interrumpir.

La esposa de Alexander, preocupada, se levantó para recibir a los invitados.

Esposa de Alexander: ¿Qué pasa, Alexander? ¿Quiénes son estos?

Alexander: (con determinación) Estos son nuestros invitados, querida. Necesitamos hablar.

Noah: (con amabilidad) Lamento presentarme así. Soy Noah Morrison. Alexander y yo hemos estado trabajando juntos por un tiempo, y necesito su ayuda.

Esposa de Alexander: (con curiosidad) ¿Cómo podemos ayudarte, señor Morrison?

Noah tomó un momento para explicar la situación y su propuesta de comenzar una nueva vida lejos de todo.

Noah: Estoy buscando un nuevo comienzo para mi hermana, Morgana y para mí. Necesitamos alejarnos de todo esto y comenzar de nuevo. Pero no puedo hacerlo solo. Necesito su ayuda, Alexander, y la de tu familia.

La esposa de Alexander miró a su esposo, buscando su opinión.

Natalia: ¿Confías en este hombre, Alexander?

Alexander: (mirando a su familia con determinación) Sí, lo hago. Confío en él.

Noah asintió, agradecido por la confianza de Alexander.

Noah: Si están dispuestos a venir con nosotros, les prometo que estarán a salvo y tendrán una nueva oportunidad para comenzar de nuevo.

Después de una breve discusión entre ellos, la familia de Alexander aceptó unirse a Noah, sabiendo que confiaban en Alexander y que esta era una oportunidad para una vida mejor. Juntos, se prepararon para partir hacia un nuevo comienzo.

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