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Chapter 16
by Alman02
What's next?
Nuevo hogar
Noah y sus amantes y esclavas finalmente llegaron a su destino después de dos meses de viaje. Durante ese tiempo, Noah había logrado establecer una conexión especial con la familia de Alexander, particularmente con su hija, Emily. Su vínculo había crecido tanto que Emily lo consideraba y llamaba hermano.
Sin embargo, como todas las despedidas, esta no fue fácil. Cuando llegó el momento de separarse, Emily se despidió entre lágrimas, prometiendo a su "hermano" Noah que lo visitaría en el futuro. Noah estrechó la mano de Alexander, asegurándole que había cumplido con su deber y ahora era momento de que protegiera a su familia.
A pesar de no aprobar del todo los métodos de Noah, Alexander esperaba que al menos cuidara de Samantha y Morgana, las cuales habían sido manipuladas por el control mental de Noah. Noah lo prometió, y con esa promesa, Alexander se despidió de él.
Con sus despedidas dichas, Alexander y su familia partieron en su carruaje, mientras que Noah y sus esclavas emprendieron el camino hacia el pueblo más cercano que habían avistado durante su viaje. Allí, establecerían su nuevo hogar y comenzarían una nueva vida juntos.
El pueblo al que llegaron Noah y sus esclavas se llama "Azulínea". Este nombre refleja la peculiaridad del lugar, donde los árboles tienen hojas de un azul oscuro, creando una atmósfera única y fantástica.
"Azulínea" es un pequeño pueblo situado en el corazón de un bosque encantado, donde los árboles de hojas azules crean un paisaje misterioso y hermoso. Las calles del pueblo están empedradas y están rodeadas por antiguas casas de estilo rústico, con tejados inclinados y paredes de piedra que evocan un aire de magia y encanto.
A pesar de su aspecto fantástico, "Azulínea" es un lugar acogedor, habitado por gente amable y hospitalaria. Los lugareños viven en armonía con la naturaleza y celebran festivales y tradiciones que honran la belleza del bosque que los rodea.
Después de llegar al pueblo, Noah utilizó parte del dinero que había traído consigo para comprar la casa más apartada y privada de "Azulínea". Esta casa se encuentra en las afueras del pueblo, rodeada por la densa vegetación del bosque azul, ofreciendo a Noah y sus esclavas un refugio íntimo donde pueden disfrutar de muchas aventuras sexuales en privado.
Después de finalizar el papeleo para la compra de la casa en el que fueron atendidos por un amable enano, Noah y sus esclavas hipnotizadas se encaminaron hacia su nuevo hogar. Samantha caminaba tomada del brazo de su hermano, radiante de emoción ante la idea de que aquel sería el lugar donde tendria a los hijos de su hermano. Noah observaba a su hermana con deseo, imaginando los placeres que le aguardaban con su cuerpo embarazado.
Morgana, siempre alerta y atenta a las necesidades de su amo, caminaba unos pasos detrás de ellos, siendo ahora no solo una sirvienta, sino también una protectora para ambos hermanos.
Al entrar en la casa, sus ojos se iluminaron al vislumbrar el espacio que sería su nuevo hogar. Con una mano sobre su vientre, que ya comenzaba a mostrar señales de su embarazo de dos meses, exclamó emocionada: "¡Este será el lugar donde tendre a tus hijos, hermano!"
Noah sintió una oleada de deseo al contemplar a su hermana y su vientre redondeado. En su mente, se imaginaba satisfaciendo sus deseos más íntimos con el cuerpo de su hermana embarazada. Sin embargo, antes de que pudiera seguir adelante con sus pensamientos, la voz de Morgana lo interrumpió.
"Querido amo, entiendo tu deseo de satisfacer tus lujurias con tu hermana", comenzó Morgana con su típico tono formal, "pero parte de las órdenes que me diste fue cuidar de ella durante su embarazo. Aunque todavía puede participar en actos sexuales, le recomendaría que no fuera muy rudo con la señorita Samantha" Noah entendió el mensaje de Morgana, aunque su deseo ardía, la seguridad y bienestar de Samantha es su prioridad.
Asintiendo, Noah respondió: "Entiendo, Morgana. Gracias por tu consejo. Seré paciente y cuidadoso con Samantha durante este tiempo". Aunque su deseo seguía latente, la voz de la razón representada por Morgana resonaba en su mente, recordándole sus responsabilidades y compromisos.
Noah sintió una pulsión irresistible mientras escuchaba las palabras de Morgana. Sus manos se deslizaron debajo del delantal de Morgana, encontrando sus pechos desnudos y su sexo húmedo. Con una sonrisa traviesa, Noah respondió: "Tienes razón, Morgana. Pero cuando llegue el momento en que no pueda usar a Samantha, sabré a quién recurrir", dijo con voz sugerente mientras sus manos exploraban el cuerpo de su sirvienta con lujuria.
Morgana gimió con deleite cuando sintió las manos de su querido amo, Noah, explorando cada centímetro de su cuerpo. Cada caricia, cada roce, era como una bendición celestial para ella. Sus pechos se endurecieron bajo sus manos expertas, y sus pezones respondieron con un placer arrebatador ante sus caricias.
Cuando las manos de Noah descendieron hacia su parte baja, Morgana no pudo contener un gemido más profundo. La sensación de su toque en sus lugares más íntimos la llenó de una alegría indescriptible. Cada caricia, cada roce, despertaba en ella un deseo abrasador, un anhelo de ser poseída por su amado amo de la forma más íntima.
Entre gemidos de placer, Morgana susurró palabras de adoración hacia Noah, expresando su anhelo de ser suya por completo. El deseo de quedar embarazada de su amado amo latía en lo más profundo de su ser, anhelando el día en que pudiera llevar en su vientre la semilla de su querido amo, perpetuando así su amor y devoción por él.
Morgana se dejó llevar por el placer hasta alcanzar el éxtasis, sus gemidos llenaron la habitación mientras su cuerpo se convulsionaba en una ola de placer. Noah, su amo, observaba con fascinación cómo ella se entregaba por completo a sus caricias, admirando cada detalle de su cuerpo mientras sus enormes pechos temblaban con cada espasmo de placer.
Cuando finalmente Morgana cayó al suelo exhausta, empapando el suelo con sus jugos de amor, Noah no pudo evitar sentirse aún más excitado al verla en ese estado. Sus ojos se encontraron, y Noah vio la sonrisa sonrojada de Morgana, con un pequeño hilo de saliva deslizándose por su barbilla. La declaración de amor de Noah hizo que un brillo especial iluminara los ojos de Morgana mientras yacía en el suelo.
Justo en ese momento, Noah sintió unas manos rodeándolo por detrás. Era su hermana, Samantha, con una sonrisa traviesa en el rostro y un brillo de deseo en sus ojos. Con una voz juguetona e infantil, le recordó a Noah que a pesar de su embarazo, aún podían disfrutar de travesuras en la cama. La sensación de celos de Noah hacia su hermana, controlada mentalmente, le pareció adorable y excitante.
Noah tuvo una idea brillante y decidió activar el control mental sobre ambas esclavas. Con un simple comando, Samantha recuperó el color morado en sus ojos, mientras que Morgana perdió el brillo carmesí en los suyos. Ahora, ambas estaban listas para cumplir cualquier orden que se les diera.
Con un tono monótono pero lleno de sumisión, las dos esclavas respondieron al unísono: "Estamos listas para complacerte, amo. Tu deseo es nuestra voluntad".
Una vez desnudas, las dos mujeres se colocaron en posición de firmes frente a Noah, esperando sus órdenes con sumisión. Noah se sentía complacido por la vista que tenía ante él, y decidió que era hora de disfrutar de su control sobre ellas.
Con una voz firme pero cargada de deseo, Noah les ordenó que se arrodillaran ante él. Las dos esclavas obedecieron de inmediato, colocándose a sus pies con sumisión absoluta. Noah se deleitó con la vista de sus cuerpos desnudos, deseosos de cumplir sus deseos en todo momento.
Con un gesto de su mano, Noah indicó a sus esclavas que comenzaran a satisfacerlo. Samantha y Morgana se acercaron a él, ansiosas por cumplir sus órdenes. Con cada caricia, cada beso y cada gemido, Noah se sumergió en un placer que solo podía encontrar en el control total sobre sus esclavas.
Mientras disfrutaba del momento, Noah agradeció en silencio por haber encontrado un hogar donde podía hacer realidad todas sus fantasías más oscuras. Y en ese momento, con Samantha y Morgana a su disposición, se sintió más poderoso y satisfecho que nunca.
Noah se encontraba en el salón de su nueva casa, agradecido por la comodidad que les ofrecía. Observaba a sus dos esclavas, Samantha y Morgana, con una anticipación creciente. Decidió que era hora de disfrutar de su control total sobre ellas pensando para sí mismo que el estado de muñecas en el que estaban sus esclavas era uno de sus favoritos
"Vengan", ordenó Noah con voz firme pero cargada de deseo, y las dos esclavas se acercaron a él con pasos monótonos pero obedientes.
Una vez frente a él, Noah las observó detenidamente, deleitándose con la vista de sus cuerpos desnudos. Les ordenó que se desvistieran de una manera sexy, y ambas respondieron con un monótono "Sí, amo".
Samantha se quitó su fino vestido azul, revelando su vientre embarazado y sus lechosos pechos, mientras que Morgana se despojaba de su uniforme de sirvienta para mostrar su lencería negra y sus curvas tentadoras.
Noah los observó con satisfacción, sintiendo cómo su excitación crecía con cada prenda que caía al suelo. Sabía que pronto estaría disfrutando de ellas como más le gustaba: en su estado de muñecas, completamente sumisas a sus deseos.
Con una sonrisa de anticipación, Noah se preparó para una noche de placer y dominio total sobre sus dos esclavas, sabiendo que encontraría un goce incomparable en su completa sumisión.
Noah se sentía extasiado al contemplar los dos sexys cuerpos desnudos que ahora solo le pertenecían a él. Sus ojos se deleitaban con cada curva, saboreando la exclusividad de tenerlas completamente bajo su control mental. Los grandes pechos de ambas chicas capturaron de inmediato su atención, y no pudo resistir la tentación de compararlos, disfrutando de las diferencias entre ellos.
Los pechos de Morgana eran una verdadera delicia, grandes y suaves como nubes de algodón bajo sus manos. Noah acarició su pecho izquierdo, sintiendo la exquisita textura de su piel y la voluptuosidad que emanaba de ella. Luego, desvió su atención hacia los pechos de su hermana. Eran más firmes, hermosos y tentadores, con una forma que invitaba al pecado. Noah exploró su pecho derecho con emocion, saboreando la firmeza y la sensualidad que lo caracterizaba.
Jugó con ambos pechos y pezones, sintiendo cómo respondían al roce de sus dedos expertos. Una vez satisfecho, volvió a tomar asiento en el sillón, observando con anticipación el espectáculo que estaba por venir. Con una sonrisa de satisfacción, ordenó a sus esclavas hipnotizadas que saltaran para él, deseando ver cómo los pechos de ambas chicas rebotaban y se sacudían en una danza erótica frente a sus ojos. Era un espectáculo embriagador, y Noah se sentía como en el paraíso, rodeado de la exuberancia y la belleza de sus esclavas hipnotizadas, mientras pensaba para sí mismo lo mucho que amaba los pechos grandes.
Noah se encontraba extasiado mientras disfrutaba del cuerpo de su sirvienta, pero después de unos diez minutos, notó que Samantha seguía saltando, y ya se le notaba cansada. Noah le dice a su hermana que se detenga y con una voz monótona pero obediente, ella le respondió si amo.
"Detente y descansa en el sillón", ordenó Noah con firmeza, observando cómo Samantha se detenía y se sentaba con signos evidentes de cansancio en el rostro.
A pesar del agotamiento, Noah notó con excitación cómo los pechos de su hermana seguían rebotando mientras ella se sentaba. Era evidente que, de no haber recibido la orden, Samantha habría seguido saltando hasta agotarse por completo. Esto hizo que Noah reflexionara sobre la importancia de ser más cuidadoso al dar órdenes, asegurándose de no agotar en exceso a sus esclavas.
Noah observó el cansancio de su hermana por lo que le ordena que vaya a la recamara, mientras se dirigía hacia el cuarto principal, con Samantha siguiéndolo obedientemente. La habitación era una obra maestra de elegancia y comodidad, y Noah se detuvo un momento para admirarla antes de dar su siguiente instrucción.
"Acuéstate y descansa, Samantha", ordenó Noah con suavidad, disfrutando de la sensación de control que tenía sobre su hermana hipnotizada.
Con un monótono "Sí, amo", Samantha se recostó en la cama, al principio cuando sus ojos cambiaban de azul a morado cuando entraba en trance le había inquietado a Noah, pero con el tiempo se había acostumbrado a ello.
Noah le dio un tierno beso en la frente a su hermana, al bajar las escaleras, allí, en el suelo de la -sala, yacía Morgana, una vez una guerrera temida en el reino, ahora con los pechos expuestos y vestida con una sexy lencería negra y reducida a un simple títere a su servicio. Noah la observó con deleite, apreciando la sumisión absoluta que ahora exhibía.
"Morgana", llamó Noah con voz firme. "Es hora de cumplir una nueva orden".
Morgana, con los ojos aún sin brillo y el cuerpo sudoroso, esperaba obedientemente nuevas instrucciones de su amo, lista para cumplir sus deseos sin cuestionarlos.
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The Ring and the Necklace
story
La historia gira en torno a Noah, quien utiliza artefactos mágicos para ejercer un control total sobre su hermana, Samantha. A través de manipulaciones mentales, Noah moldea la relación con Samantha según sus deseos, llevándola a expresar un amor incondicional y sumisión total hacia él. La trama explora temas de dominio, sumisión y manipulación en una dinámica entre hermanos llena de intensidad y oscuros deseos.
Updated on May 6, 2024
by Alman02
Created on Mar 26, 2024
by Alman02
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