No, y Alex es descubierto por la rubia

La señorita rubia tocó varias veces el timbre, pero nadie respondía. Alex pensaba "Vamos, vamos, abre, que si no me va a atrapar desnudo". Pero Janne jamás abrió. No estaba en casa, para desgracia de Alex. Y entonces lo peor pasó: la rubia se dió vuelta, y antes de que Alex pudiese hacer algún movimiento para esconder mejor en otro lugar, la rubia lo pilló ahí, escondido en el arbusto, desnudo, aunque desde su posición, ella solo podía ver el torso desnudo de Alex, no sus piernas.

"¡¡Oh, por dios, un pervertido!!!" gritó la rubia

"No, no, no soy un pervertido!!!" contestó casi en igual tono Alex, al mismo tiempo que miraba a sus alrededores si los gritos de la rubia habían llamado la atención. Por suerte, no lo habían hecho. Pero Alex hizo un movimiento involuntario: se paro, exponiendo su total desnudez, salvo su pene, que seguía cubierto. Esto altero más al rubia.

"¿¿¿Qué no eres un pervertido??? ¡¡Pero si andas desnudo escondido en un arbusto!!!" gritó de nuevo la rubia.

Alex caminó hacia la rubia, que adoptó una postura defensiva ante el pervertido que se le aproximaba.

"¡¡¡No avances más, o te rocío con el spray!!!" dijo ella, en voz desafiante.

"Vale, vale, me quedo aquí, pero cálmate y déjame explicarte" le dijo Alex, parado ante el primer escalón de las escaleras que conducían.

"De acuerdo, pero si haces un movimiento en falso, gritaré que me escucharan todos los vecinos" replicó ella, en un tono más calmado, pero aún desafiante.

Alex se presentó y le contó cómo había llegado ahí: anoche estaba en una fiesta, y sus amigos no tuvieron mejor idea que dejarlo afuera de la casa, completamente desnudo. A medida que Alex contaba la historia, Miranda, como se llamaba la rubia, entraba más en confianza con él, y había abandonado su actitud desafiante. Sin embargo, un mal movimiento lo arruinaría todo: más relajado, Alex dió un paso hacia atrás, y cayó de espaldas hacia el suelo, sin embargo, para detener la caída, Alex utilizó las manos, por lo que la escena quedó así: Alex, sentado en el piso, con sus manos apoyadas en el suelo, exponiendo su pene a Miranda, quién mira azorada desde lo alto de las escaleras del pórtico de la casa de Janne…