Menuda resaca.

Te despiertas porque te acaban de dar un empujón.

'¡Socio! Que son las tres de la tarde. ¿Te vas a quedar en la cama todo el día o qué?'

No puedes ni contestar, la luz te ciega y no recuerdas nada de lo que has hecho hasta hoy, casi ni sabes como te llamas, solo sabes que tienes un dolor horrible de cabeza y la lengua la tienes rasposa, la boca pastosa y que estás sediento. Cuando logras sentarte en la cama, toda la casa gira sobre si misma y tienes que volver a acostarte.

Media hora más tarde, logras levantarte para ir directamente al cuarto de baño, allí te metes directamente bajo la ducha con agua fría a ver si te espabilas. Después de secarte y vestirte apareces por el comedor, allí está Pedro viendo la tele tumbado en el sofá, te mira y suelta un bufido.

'¿Qué coño hiciste anoche? Estás hecho una mierda.' Como no le contestas, te dice que hay espaguetis de sobra en la olla en la cocina. Cuando llegas a la cocina, lo primero que agarras es la botella de agua y te bebes casi un litro en nada. Pones a calentar los espaguetis. Cuando ya están calientes, te llevas la olla y un tenedor, lo que queda de agua y una servilleta hacia el comedor.

En la silla te esclafas ante la mesa y te pones a comer. Le pides a tu compañero de piso que baje un poco el volumen de la tele. Cuando te sientas en el sofá tras comer, estás algo mejor y te pones a ver la tele. El domingo sigue su curso, Pedro te cuenta su noche tórrida con Laura y tú le cuentas el fiestorro que te pegaste con tu primo y sus colegas, sin olvidar a la tía fea que se tiró tu primo.

Termina el día, os acostáis para dormir y tú tardas bastante en dormirte. Luego suena el despertador, estás mejor que ayer pero tampoco estás muy allá, ya es lunes y te toca ir a currar.