Le pides perdón.

Te miras los zapatos un ratito, pero sabes que la mirada iracunda de Laura está despellejándote. Estás arrepentido de lo que le has dicho, aunque sea una gilipollas, se lo podrías haber dicho de una forma más decorosa y menos barriobajera.

Alzas la vista a los ojos de Laura que sigue con los brazos cruzados y con bastante mala leche, le dices:

'Es verdad, me he pasado, voy a pedirle disculpas.'

Pedro y Laura te siguen de cerca hacia fuera, Ana sigue llorando y está siendo consolada por Carmen y Yéssica. Cuando te ve llegar deja de llorar, se le ve muy tensa, a la espera de lo que vayas a decirle.

Te acercas a ella, te pones bastante nervioso. Aclaras la garganta y abres la boca para volver a cerrarla. Pasa un ratillo, miras a los ojos de Ana que está esperando a ver que es lo que dices, sus ojos están húmedos, el rimel le ha corrido por las mejillas y con esa carita de perro apaleado está preciosa, el dolor le sienta bien.

Encuentras el coraje donde no sabías que lo tenías y le dices:

'Mira, sé que te he insultado y no debería haberlo hecho, yo no suelo ser así, también te he dicho cosas que no son ciertas y me arrepiento habértelas dicho. Por eso te pido perdón, a ti y todo el mundo que está aquí.'

Sigues mirando a Ana a los ojos, y su cara pasa del dolor al odio, sus ojos se llenan de lágrimas y te grita:

'¿Entonces porqué me has dicho todas esas cosas? ¡No quiero volverte a ver! ¡Te odio!'

Te das la vuelta y te marchas, solo.

A la media hora, recibes un mensaje al móvil de pedro: 'Muxas gracias por nada. KE KOÑO TA PASAO?'

Llegas a casa una hora después, te lavas los dientes y te vas a la cama.