Día 2: Preparación

Erika salió de la farmacéutica pasada las 10 Pm después de muchos retrasos, se vio forzada a tener 3 orgasmos más para poder funcionar con cierta cordura y seguir con su trabajo.

Además la “cita” con su incompetente empleado no la dejaba concentrarse adecuadamente teniendo una mezcla de enfado y excitación. Por más que lo pensaba menos entendía por qué aceptó tan ridícula propuesta...bueno en realidad si lo sabía.

“ puto virus...me...me está cambiando... ésa mierda me hizo decir que si ” dijo exhalando irá.

Echando humo se subió a su BMW y puso en marcha el motor, no sin antes verso en el espejo retrovisor para arreglarse el cabello.

Deseaba patear su propio trasero tan duro que le impediría sentarse por una semana, pero más que todo estaba muy cabreada por Vázquez volviéndose un obstáculo para su ritmo de trabajo.

“ Lata...grrr...ése subnormal de mierda que se cree que es un Henry Calvin....¿Y que cree que soy ? Una pendeja de 15 años que se moja por un simulacro de cita... ¡NO IRÉ! ” rugió mientras apretaba con odio el volante.

Lo tenía completamente claro NO iría a la absurda invitación de su empleado, es más ni se asomará prefiriendo el total desplante como cruel castigo para Victor Vázquez.

«pero...pero le dije que estaría allí, si no voy...vá a pensar que me pasó algo malo se podría preocupar mucho por mí...ay no sería bueno para él y..y..¡ Qué ! No jodas Erika quítate esa mierda de la cabeza »

Se vió sorprendida por el retorno de sus corruptos pensamientos que deformaba su mente, tenía que rechazarlos como sea no debía ceder ante ellos o sería su fin.

« eres Erika Stranger, el un insignificante infectado que no merece tú atención y no té importa en más mínimo sus sentimientos...es más que se joda Victor...¡ Oh no pero se vá a deprimir ! »

Por más que trataba de expulsar con mayor odio toda idea ajena a su persona éstos regresaban con mayor fuerza alojandose en su cabeza con firmeza.

“ de ninguna manera le voy... voy a darle la satisfacción ” dijo en voz baja moviendo con brusquedad la palanca de cambios.

Desafortunadamente para Erika el centro de sus decisiones diferían de sus palabras más de lo que creía. ¿Y por qué? Simple a pesar de todo conducido al restaurante a 2 cuadras de su trabajo.

Cuando se percató le resto importancia finciendo que sólo era para mirar lo patético que se veía un solitario Victor.

“si éso haré, le echaré un ojo para contemplar su mediocridad...je je je” murmuró.

Divisó a su empleado en una de las mesas más apartadas y menos lujosas del restaurante, éso no la descubrirá conociendo su bajo poder salarial. Se le veía pensativo observando lo único que tenía en su mesa un simple vaso de agua para luego soltar un largo suspiro delatando su resignación y tristeza.

Era justo lo que esperaba encontrar un peón solitario que nada tenía que buscar frente a una reina absoluta como ella. Pero en vez de alegrarse por su miseria se sintió profundamente triste por el, verlo allí tan abandonado la hizo querer consolarlo de alguna forma.

« pobrecito...creo que sería muy cruel ¿ No ?...o...al menos le hago un poco de compañía...hm claro sólo por unos minutos » retornaron sus pensamientos traicioneros.

En el acto se estacionó frente a un restaurante y antes de bajar del vehículo volvió un verso en el espejo retrovisor centrándose en su apariencia.

“ hmm...puedo arreglarme un poco ”

Abra un compartimiento en dónde tenía guardado su lápiz labial de marca, un resaltador de pestañas y polvo de maquillaje.

En 5 minutos paso de estar presentable a radiante en especial por sus intensos ojos azules que resaltaban a la perfección.

Cuando se bajó del auto entró en cuenta de su actitud semejante a una chica de la calle captando un hombre para acostarse.

« ¡Qué coño estoy haciendo!...lárgate de allí Erika »

Estuvo a punto de regresar al carro cuando vió de nuevo a Vázquez quien ahora hacia círculos alrededor del basó con su dedo con un aire melancólico.

Éso reavivó con mayor fuerza su deseo de llevarle consuelo y alegría a su noche. Sin más dudas camino al restaurante, pero antes de entrar se aseguro desabrochar 2 botones de su camisón.

Ya dentro rastreo la zona como una depredadora divisando con facilidad su objetivo hiendo por el con la misma determinación que la llevo a lo más alto de su trabajo.

Tan pronto como Victor se percató de su presencia su rostro se llenó una gran luz más potente que las linterna del lugar, como un niño que estaba viendo al verdadero Santa Claus sonriendo de oreja a oido.

Al ver el brillo de sus características frenos la rubia sintió una punzada en su entrepierna reconociendo su excitación al saber que su llegada había alegrado a su empleado.

“ ho...hola... Jefa...” dijo Víctor chocando sus palabras.

La directora le correspondió moviendo hacia un lado su cabello y sonriéndole también.

“ oh creo que no es para tanto... ya no estamos en horario de trabajo, así que dime sólo Erika ” dijo sentándose.

Victor se ruborizó cuando sin nada de disimuló su vista se posó en las tetas de su superiora que amenazaba por escaparse.

“ cla... cla... claro...E...Erika ”

« oh carajos dijo mi nombre...¡ Mi nombre !..muy bien controlarte chica »

Está vez una gran mancha húmeda se extendió por sus bragas al oír su nombre de esa voz chillona, ​​​​era algo nuevo que nunca había sentido con otro hombre.

“ lo vez, es mucho mejor no te parece...Victor ” pronunció con dulzura su nombre “ ¿Y ya pedistes algo? "

El joven negó con la cabeza sin quitarse los ojos la su delantera que rozaba la mesa.

“no te preocupes, pediré algo para los dos” dijo Erika tomando la iniciativa.

“ eh..no es ne..necesario de verdad ”

Ella le dió su mejor mirada haciendo gala de sus hermosos ojos azules que provocaron que Lata cerrará el pico.

“yo insisto... adelante tengo mucha hambre”