Amanece que no es poco.

Apenas son las ocho y media de la mañana, pero ya no te apetece estar en la cama, te levantas empalmado y decides irte al aseo a mear, vas descalzo y no haces ningún ruido, entras en el aseo y cierras la puerta porque justo detrás está el water.

Te encuentras a Laura desnuda, con las braguitas por los tobillos, sentada con cara de sueño. Su melena castaña clara está despeinada y le da un aire de fierecilla, es de piel bastante pálida, sus tetillas pequeñas y puntiagudas acaban en pezones rosados y turgentes. Se sobresalta cuando se da cuenta que estás justo delante de ella: 'Uy perdona, no sabía que estabas aquí.' Sales corriendo del cuarto de baño y cierras la puerta.

Te vas a tu habitación y te sientas en la cama. 'Supongo que será Laura.' Tras un ratillo, oyes que tiran de la cadena, también oyes que abren la puerta, de pronto aparece la chica casi desnuda delante de tu puerta: 'Ya puedes ir.' Y se va. Ver ese cuerpo menudo y precioso te ha cortado todas las ganas de mear. 'Que buena que está, mira que tiene suerte el cabronazo este.' Sigues más empalmado que nunca. Sales a hurtadillas de tu habitación no sin antes mirar por si había moros en la costa. Llegas al cuarto de baño y cierras la puerta con el pestillo.

Te duele la polla de lo tiesa que la tienes y no te queda otra que hacerte una paja, una paja en honor a la chica anónima del pasillo. En tu sueño le haces de todo, te la follabas de pie, acostado, a cuatro patas y lo mejor de todo, te correrías en su cara de viciosilla... Tras terminar, tardas un rato en lograr mear, luego te duchas con agua fresquita. Te secas, te vistes y vas a prepararte el desayuno que ya son casi las nueve y media. Pones dos rebanadas de pan bimbo al tostador y te preparas un café con leche, pero con bastante café, como a ti te gusta.

'Mmmmm, se huele a café. Que bueno.' La chica del pasillo está parada ante el marco de la puerta de la cocina, lleva puesta una camisa que supones que es de Pedro ya que es muy grande para ella, sigue con su melena despeinada y su carita de sueño, con los ojos medio cerrados.

'¿Me puedes preparar uno igual?'

'Claro. ¿Lo quieres con leche? ¿Mucha leche? ¿Poca?'

'El tuyo huele genial, uno igual por favor.'

Le preparas el café, ella no se ha movido del marco: 'Siéntate en la mesa, ya lo llevo todo.' 'Gracias.' Y se va. Sobre una bandeja pones los dos cafés, las tostadas en su plato, mermelada de frambuesa, varias cucharitas y el bote de azúcar. Lo llevas todo a la mesa del comedor y le preguntas si quiere tostadas.'Uy no, solo me cabe el café por la mañana.' Te contesta con una sonrisa. 'Huele muy bien el café, muchas gracias por hacérmelo.' Os tomáis el desayuno callados, el uno frente al otro. El café ya está haciendo efecto y sus ojos ya están más abiertos.

'Me llamo Laura, tú eres el compañero de piso, ¿verdad?' Te pregunta con una sonrisa.

'Pues sí, encantado de conocerte Laura.'

'Aunque nos hayamos visto antes en el aseo...'

'¡Lo siento mucho! ¡No sabía que estabas ahí!' Le dices cortandole la palabra.

'Oh, no te preocupes, no eres el primer hombre que me ve desnuda.' Y te guiña un ojo. 'Y a todo esto, ¿te gustó lo que viste?' Te mira como si hubiera preguntado por el tiempo que hace.

'Si no he visto nada.' Te defiendes.

'¿Nada?' Pregunta casi con tristeza.

'Bueno. Vi un poco...' Le dices con vergüenza.

'Ahaa...' Su cara es de cabrona con ganas de chinchar.

'...y la verdad... Eres preciosa.' Ella te regala su mejor sonrisa, se levanta de la mesa y te da un beso en la mejilla. 'Gracias por el café.' Y se va hacia la habitación de Pedro. Te quedas allí sentado sin saber que hacer. Miras a la taza. La taza te mira a ti. Cuando ya has vuelto a ti mismo y tu cerebro se ha reseteado, Laura sale de la habitación vestida con su ropa de fiesta y su bolso, parece que se va. Cuando llega a tu altura, se agacha hacia ti y te da un beso en la boca. Ella abre su boca y tú también, luego entra su lengua y tú no la rechazas. Vuestras lenguas se entremezclan y cuando ya casi te quedas sin aliento, ella corta el beso: 'Adiós guapetón.' Y se marcha, cerrando la puerta principal tras de si.