Se lo deja para que lo estudie

"Creo que deberías quedarte con él." Le devolvió el matraz.

Su amiga la observó sorprendida.

"De qué demonios estás hablando?"
"Eres una genio, y estoy segura que te vas a entretener mucho estudiando a un extraterrestre. Tómalo como una disculpa por haberte dejado sola tanto tiempo."

Miró el contenedor en sus manos. Podía sentir a la criatura removiéndose.

"Eso puede ser verdad, pero es tu hijo, es mucha responsabilidad."

Andrea apoyó una mano en su hombro intentando transmitirle confianza.

"Te conozco, y es por eso que lo dejo contigo. Confío en ti y en qué vas a hacer todo lo posible por protegerlo."

Catalina no tenía palabras para responder ante tanta sinceridad y cariño.

"Haré mi mejor esfuerzo." le brindó una sonrisa segura.
"Esa es mi amiga." le dio un abrazo.

Los días que pasaron fueron muy intensos para la morena. No quería admitirlo, pero se había obsesionado levemente con el simbionte.

De arriba a abajo lo había estudiado para comprenderlo, pero sabía que, más haya de los estudios y análisis básicos, sus esfuerzos no iban a ser suficientes para poder desenmarañar al ciento por ciento los misterios de aquél ser.

Para su desgracia las cosas no mejoraron con el correr del tiempo. El estado del simbionte comenzó a deteriorarse. Catalina no entendía el por qué. Miles de hipótesis cruzaban por su mente, pero, tras intentarlas todas, no consiguió dar con la correcta.

"Tu estado está empeorando cada día más." se encontraba sentada al lado de la esfera que lo contenía "No sé que hacer contigo pequeño. Te estoy defraudando a ti y a Andrea."

Apoyó una mano en el cristal para, unos segundos después, ser correspondida por el simbionte que realizó el mismo acto desde el otro lado.

Cuando la pelinegra apartó su mano y vio como la criatura había formado con su masa una copia casi idéntica una idea comenzó a formarse en su cabeza. Igualmente poco fue el tiempo que tuvo para obtener una hipótesis completa cuando el sonido del timbre la asustó. ¿Quién podía ser? Sus amigas estaban todas ocupadas, Andrea estaba luchando contra el crimen y estaba peleada con su pareja.

Catalina se dirigió hacia su Tablet y, abriendo una app que se encontraba vinculada al sistema de seguridad de la casa, miró por la cámara que daba al exterior.

Una mujer se encontraba con ropa de científica parada en la entrada con varias personas armadas vestidas con ropa táctica de color blanco con protecciones en negro.

La chica parecía de su edad. El color de su pelo era un rubio teñido que ocultaba una negra cabellera que le llegaba apenas unos centímetros por debajo de los hombros. No era alta, delgada, pero no entrenada. Pechos que tenían el tamaño necesario para su cuerpo.

"Hola?" comenzó a hablar cuando dedujo que estaba siendo observada "Soy la Doctora Paloma. Estoy buscando a Oswald. Quiero hablarle acerca del impacto del meteorito en la ciudad."

Eso no era bueno. Nada de todo lo que estaba pasando era bueno, y eso Catalina lo sabía.

"Okey, puede que estemos en problemas." observó a la criatura "Ella no sabe que estás aquí, pero sería un problema si entra y te encuentra, más con ese personal extra." comenzó a trabajar para intentar trasladar a la criatura a otro recipiente más pequeño para poder ocultarlo "¿Quién necesita traer a un grupo comando a una charla?"

Los segundos pasaban y la situación se volvía más tensa. Catalina sabía que no iba a llegar a esconderlo, no sin hacer tiempo y, con algún milagro, lograr escabullirse a media charla para ocultarlo.

Fue en ese momento que tomó una decisión.