Espera desperdiciada

El jueves comienza muy temprano por la mañana, un día antes te costo conciliar el sueño y hoy la emoción te ha hecho despertar a las 9:00am, tu emoción es tanta que no tienes ningun síntoma de cansancio o sueño, intentas sobrellevar el día pero las ansias te superan a cada momento que pasa.

Faltando media hora para entrar a tu trabajo te decides por irte ya, tal vez el estar ocupado te sirva, no entiendes que pasa contigo, tienes 26 años y te estas comportando como un adolescente puberto de secundaria ansioso por ver a una chica, tu ansia es tanta que cuando estas en la puerta de tu casa listo para salir te das cuenta que no llevas la chaqueta y pese a que vas temprano vuelves corriendo a tu cuarto en lugar de hacerlo tranquilamente, al llegar ahí revisas que este bien y que tenga la identificación en ella, durante el camino tu paranoia es tal que revisas constantemente la chaqueta con miedo de que se pierda la identificación de Daniela.

Son la 6:00pm es tu hora de entrada al trabajo y ya estas en la barra hiperactivo, intentando distraerte, no puedes dejar de pensar si esta bien dejar la chaqueta de Daniela en el auto o si deberías llevarla contigo, quieres controlar hasta el mas mínimo detalle, aun sabiendo que Daniela nunca va a ser consciente de esos detalles.

Cuando ella llega a las 6:30pm acompañada de su amiga no puedes evitar decepcionarte, es una indicación clara de que solo va por su identificación y que cualquier idea que tenías de entregarle su identificación y entablar una relación con ella se ha ido por la borda. Sin darte cuenta ambas están frente a ti y saludan.

Daniela: Hola.

Amiga: Hola.

Tú: Oh, hola, en que las puedo ayudar?

Amiga: Estuve aquí el martes, ella es la amiga que olvido su identificación, nos la podrías dar.

Tú: Claro, solo que esta en mi carro, si me esperan tantito se las traigo en seguida.

Daniela: Claro.

Cuando sales de la barra evitas el contacto con Daniela, va vestida de negro, con una blusa sin tirantes con unas pequeñas mangas cortas y con una falda negra que permite ver sus piernas por encima de las rodillas. De camino a tu auto te maldices, no puedes estar tan nervioso frente a una chica, es cierto tienes dos años sin novia y tu ultima ruptura fue un asco pero Daniela es solo una de tantas chicas bonitas que han ido al bar, no deberías actuar así.

Cuando vuelves, llevas la chaqueta en tu mano, y para tu sorpresa La amiga de Daniela no esta, vuelves a tu lugar detrás de la barra y le entregas la chaqueta, Daniela sonríe y dice.

Daniela: En serio, muchas gracias! creí que ya la había perdido para siempre.

Tú: Vamos, no es para tanto, puedes sacar otra.

Daniela: Sí lo pensé, pero las citas son para dentro de un mes y la verdad me ahorraste mucho estrés, en serio gracias.

Tú: no hay de que.

Después de esa ultima frase no pudiste sentirte peor, los nervios te traicionaron y perdiste la oportunidad de continuar la platica con Daniela. Y tras un silencio incomodo ambos ven a su amiga salir de los baños y acercase, ambas se miran y se van, pero notas como Daniela extiende un papel.

Cuando ambas salen lo revisas y el papel contienen un numero de teléfono y la leyenda “escríbeme, te debo un café”.