Ignorar

Una vez se aseguró que no había nadie en su habitación decidió no darle mucha importancia a aquel sonido, por lo cual Anju regreso al baño, nuevamente se sentó sobre el suelo y separo sus piernas, comenzando a frotar su vagina con una de sus manos para después de un rato penetrarse con uno de sus dedos, su excitación estaba desenfrenada a causa de aquel chico rubio con esa enorme verga, su orgasmo cada vez estaba más cerca por lo cual su dedo entraba y salía con mayor rapidez de su vagina.

Nuevamente se escuchó un sonido tras la puerta, pero esta vez al estar tan concentrada en su orgasmo no se percató de aquel sonido, seguidamente comenzó a tener un potente orgasmo que le hizo caer de espaldas sobre el suelo, una vez vuelta en si se puso en pie y vertió nuevamente algo de agua sobre ella para enjuagarse el jabón, al salir del baño camino desnudo por su habitación, percatándose que su armario de ropa estaba abierto, no le dio mucha importancia y tomo unas bragas y un camisón celeste que era su favorito, cuando iba camino a la cama se dio cuenta que había pisado algo en el suelo.

—¿Qué esto? — dijo al tiempo que reviso su pie, en el cual encontró una sustancia pegajosa de un color blanquecino, cogió un poco con sus dedos era una sustancia que jamás había visto, era algo pegajosa y generaba hebras entre sus dedos, llevo esto a su nariz al olerlo percato que no tenía algún aroma en concreto, su curiosidad pudo más y llevo este a su boca, haciendo una pequeña mueca pues era algo amargo y salado, simplemente limpio sus dedos con el camisón y decidió no darle más importancia.

Una vez acostada en su cama se puso a pensar en su vida y en lo aburrido que era vivir en el pueblo, mientras meditaba el sueño le venció quedando profundamente dormida.