Descubrimiento

Diría que fue una muy buena noche, pero luego de pensarlo bien hay algo que todavía no logro entender, que fue lo que me impulso a comportarme así, nunca había sentido ese instinto casi animal a la hora de tener sexo.

En un momento dado sentí el impulso de conquistarlo todo, y lo primero que tuve en frente fue a esta hermosa mujer, quería poseerla, dominarla que obedeciera cada una de mis ordenes. Hay algo dentro de mí que está creciendo y para ser sincero esta comenzando a asustarme.

«Tengo que descubrir que está pasando ¿pero como?» pensé mientra me levantaba y dirigía hacia el sonido de la ducha.

Abrí lentamente la puerta y no pude dejar de admirar la belleza de su cuerpo, su cola todavía estaba media rojiza por las nalgadas de la noche anterior, sentí una ligera culpa pero luego se desvaneció al recordar cuanto disfruto de nuestro encuentro de ayer.

Me acerque suavemente tomándola de la cintura mientras mi boca se perdía en su cuello, mis manos subieron hasta su grandes pechos y con tranquilidad y sin apuro los amasaba para escuchar los gemidos que tanto me volvían loco.

"Mmm—no, no puedo... No tengo tiempo—tengo que estar en el trabajo..." Su voz suplicaba que parara, pero su cuerpo decía otra cosa. Mis dedos bajaban desde sus pechos por su estomago para encontrar su vagina ahora ya mojada por sus jugos.

Mientas metía dos dedos dentro ella mi pulgar acariciaba con devoción su clítoris, a un ritmo lento y placentero hasta que por fin dio mis esfuerzos dio sus frutos al correrse y apretándolos con sus paredes vaginales.

Tras unos minutos, nos vestimos y pudimos hablar antes que partiera, pude conocer su nombre Isabella Miller, hermoso nombre para una bella mujer.

"Entonces linda, ¿puedo volver a verte?" pregunte mientras me recostaba en el marco de la puerta de mi apartamento.

"Por supuesto, aquí tienes mi numero, llamame" se despidió al subir al taxi y desapareciendo de mi vista.

Al entrar, decidí salir a correr por el parque que estaba cerca de donde vivía, después de 3 horas de correr me di cuenta que no solo mi velocidad aumentaba sino también que no estaba para nada cansado, pensé que solo alcanzaría a hacer un par de vueltas dado que estuve varios años encerrado y sin hacer ejercicio.

Note que mis sentidos se agudizaron, podía ver y oír más lejos de lo que antes era capaz, ¿que podría ser lo que provocaba estos cambios? simplemente no se me ocurría nada, de pronto sentí un grito proveniente de un callejón, solo este grito provenía del otro lado del parque algo bastante lejos y que estaba seguro, ninguna persona podría oírlo. Y si algo me enseño Luke en esta vida era que siempre había que tratar de ayudar a los que lo necesitaran.

Al acercarme pude notar dos siluetas, una era un hombre y lo que parecía que llevaba un arma y la otra una chica de unos 20 años que a pesar de su grito anterior ahora parecía bastante calmada, al no percatarme de mí entorno patee una lata de gaseosa y esto provoco que el hombre se diera vuelta apuntando con el revolver.

Al dispararse el arma mi cuerpo se movió rápidamente hacia un costado y en cuestión de segundos me encontraba frente a esta persona, mi mano ahora caliente sujetaba fuertemente el revolver deformándolo, al ver lo que pasaba empuje al ladrón derribándolo contra la pared mientras caía inconsciente.

"¿Estas bien?" preguntado tratando de olvidar lo ocurrido anteriormente.

"Si, gracias por ayudarme" me contesto la mujer frente a mí que aun después de todo lo que presencio no perdió la calma

"¿Podrías acompañarme a mi edificio? creo que todavía estoy un poco conmocionada" decía, aunque todavía no lograba descifrar su actitud.

"Si, si por supuesto, te sigo" le dije aceptando su propuesta.

"Entonces ¿como te llamas?" le pregunte tratando de terminar con este momento incomodo, ya después de caminar 10 minutos ambos estamos absortos en nuestros pensamientos.

"Carol Danvers, y nuevamente gracias por salvarme"

"No se, pero algo me dice que no necesitabas mi ayuda"

"¿por que lo dices?" me pregunto mirándome a los ojos.

"Estabas bastante calmada como para tener un hombre apuntando con un arma" le conteste tratando que no sonara como si la acusaba de algo.

"Oh, lo dice el chico que esquivo una bala y podo desmayar a un hombre de un solo golpe" lo dijo de una forma media burlona, pero sabia que solo estaba bromeando.

"No se lo digas a nadie pero fue mi primera vez" le dije tratando de contener mi sonrisa.

"Tu secreto esta a salvo conmigo" le escuche decir en un susurro.

"Bueno damisela en peligro ahora esta a salvo en su humilde castillo" me despedí al llegar a su edificio.

"Gracias, ahora si creo que te dejare partir"

" La próxima vez que nos veamos, te invitare un café" se despidió al entrar.

Dando media vuelta estoy casi seguro que pude oír.

"Lo encontré"