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Chapter 4 by Alman02 Alman02

Un nuevo mañana

un gran avance

Samantha abrió lentamente los ojos al amanecer, sintiendo una confusión persistente en su mente. Recordaba vagamente la conversación de la noche anterior con Noah, pero las palabras parecían distantes, borrosas, como si estuvieran envueltas en una neblina. Se frotó los ojos, tratando de despejar sus pensamientos, pero una sensación cómoda entre sus piernas la distrajo.

Se sentó en la cama con cuidado, sintiendo un dolor sordo y punzante. Trató de recordar cómo había llegado a este estado, pero todo parecía un sueño lejano. El recuerdo de Noah surgió en su mente de manera inesperada, trayendo consigo una oleada de emociones confusas.

Por alguna razón, su hermano parecía ocupar un lugar destacado en sus pensamientos. Recordaba lo amable y consideraba que había sido con ella, cómo siempre parecía saber qué decir o hacer para hacerla sentir segura y protegida. Aunque los demás pretendientes podían ser apuestos y corteses, ninguno de ellos se comparaba con la cálida presencia de Noah en comparación con Noah, los demás pretendientes, incluso Sebastian, parecían insignificantes.

Una sonrisa se curvó en los labios de Samantha mientras se acurrucaba bajo las mantas, un deseo ardiente se apoderó de ella: ver a Noah de nuevo. Su corazón latía con anticipación ante la idea de volver a estar junto a él. Como si él fuera el único en quien podía confiar, el único que importaba en ese momento. Poco a poco, se estaba dando cuenta de que ahora su corazón y su amor le pertenecen a él.

Debido a los pensamientos constantes que tiene de Noah poco a poco comienza a sentirse más caliente en su vagina por lo que no puede aguantar mas asi que comienza a masturbarse localmente mientras piensa en Noah, en su sonrisa, su personalidad, sus ojos diciendo su nombre en voz baja ensuciando su las sabanas de su cama, por lo que decide parar y solicitarle despues a una de las sirvientas que lo limpie.

Samantha se levantó de la cama con determinación, su mente llena de pensamientos sobre su hermano. Hasta ese momento, no se había dado cuenta de que seguía usando el collar que Noah le había regalado. Ahora, comprendía que era el mejor regalo que le había hecho su amado hermano, y no tenía intención de quitárselo a menos que él se lo ordenara. Sentía un profundo deseo de obedecer a su hermano en todo lo que le pidiera, incluso si eso significaba cancelar su boda con Sebastian, ya que se había dado cuenta de que no lo amaba y solo ama a Noah.

Cada movimiento al vestirse estaba imbuido de un deseo subyacente de complacerlo, consciente de que él era la persona más importante en su vida. Se deslizó en su elegante vestido con cuidado, eligiendo cada prenda con atención meticulosa. Cada detalle, desde el ajuste de su corsé hasta el lazo en sus zapatos, estaba destinado a impresionar ya satisfacer a su querido hermano.

Mientras se arreglaba, su corazón latía con la anticipación de ver a Noah. Recordaba cada sonrisa, cada gesto de cariño que compartían, y anhelaba más de esa conexión especial que tenían. Se esforzaba por ser la mejor versión de sí misma, sabiendo que su hermano merecía lo mejor.

Antes, solía sentirme incómodo con su cuerpo, especialmente cuando notaba las miradas pervertidas de algunos hombres. Pero ahora, con la expectativa de que su hermano la notara, esa incomodidad se desvanecía. Anhelaba que Noah viera lo hermosa que se sentía y que admirara la mujer en la que se estaba convirtiendo.

Cada vez que ajustaba su cabello o se colocaba un accesorio, imaginaba la expresión de satisfacción en el rostro de Noah cuando la viera. Era su deseo más profundo verlo orgulloso y contento, y eso se reflejaba en cada detalle de su atuendo. Para Samantha, complacer a su hermano era la máxima prioridad, y haría todo lo posible para asegurarse de que se sintiera amado y admirado.

Mientras Samantha caminaba hacia el comedor, su mente estaba llena de pensamientos tumultuosos. Con cada paso que daba, sentía el equilibrio suave de sus pechos.

Se detuvo por un momento, mirando a su alrededor con una sensación de desapego. Su padre, Sebastian, sus amigos e incluso sus empleados, con quienes había tenido una buena relación, ya no significaban nada para ella. No merecían su amor ni su atención. La única persona que importaba en ese momento era Noah.

Se despertará de la intensidad de sus sentimientos hacia su hermano menor. Era como si una luz brillante hubiera iluminado su corazón, revelando su amor por él en toda su magnitud. Noah era su mundo, su razón de ser, y haría cualquier cosa por él.

Aunque su deseo de ser frío y distante con los demás crecía con cada paso, sabía que tenía que fingir amabilidad por ahora. No podía revelar sus verdaderos sentimientos, al menos no aún. Pero cuando estuviera a solas con Noah, podría expresarle todo el amor que sentía por él, sin reservas.

Mientras caminaba, sumida en sus pensamientos, el rostro de Samantha estaba ensombrecido por la tristeza. La preocupación por su futuro y el peso de las decisiones pendientes la abrumaban. Pero de repente, como un rayo de sol en medio de la tormenta, avistó a Noah a lo lejos. Su corazón dio un vuelco y su rostro se iluminó como si acabaría de ver lo más hermoso que jamás hubiera presenciado. Con emoción desbordante, exclamó:

Samantha: ¡Noé, Noé!

Noah, al escuchar su nombre con tanto fervor, giró hacia ella, encontrándose con su hermana abalanzándose hacia él con los brazos abiertos. Antes de que pudiera prepararse, se vio envuelto en un cálido abrazo, pero al ser más bajo que Samantha, terminó cayendo directamente en sus pechos, sorprendiéndose bastante por la situación.

El contacto repentino le dejó atónito por un momento, pero pronto sintió calidez y comodidad al estar tan cerca de ella. Aunque la situación era inesperada, no pudo evitar disfrutar de la sensación de sus suaves pechos frotanse en su rostro, dejándose llevar por el suave abrazo de su hermana. Pero lo que más lo pregunté fue la respuesta de Samantha. Con una sonrisa traviesa, le susurró al oido:Samantha: Vaya vaya veo que alguien disfruta de los pechos de su hermana disfrútalos, hermanito. Son todos tuyos. Yo soy toda tuya.

Las palabras de su hermana resonaron en su mente, provocando una mezcla de emociones en Noah. Por un lado, se sentía abrumado por el cariño y la devoción que Samantha le mostraba ya que era aún más grande de lo que era antes. Por otro lado, la idea de poseerla de esa manera despertaba en él un deseo que apenas había reconocido. Sin embargo, en ese momento, todo lo que pudo hacer fue sonreír y devolverle el abrazo, sabiendo que, al menos por ahora, tenían el uno al otro.

Noah, sorprendido por la reacción de Samantha y la rapidez con la que asimiló las órdenes que le había dado, no pudo evitar maravillarse por la eficacia del collar. Con una sonrisa de satisfacción, murmuró para sí mismo:

Noah: Vaya, este collar es realmente asombroso. Asimiló las órdenes con facilidad. Ahora no hay nadie más importante para ella que yo.

Conscientemente, Noah era plenamente consciente de que cada palabra y acción de Samantha estaban influenciadas por el poder del collar que controlaba su mente y su corazón. En ese instante se sintió abrumado por la sensación de poder y dominio sobre su hermana.

Después del cálido abrazo, Samantha separó su cuerpo del de Noah con una sonrisa radiante en el rostro. Sus ojos brillaban con una mezcla de ternura y complicidad mientras se acercaba a él, sus labios curvados en una sonrisa juguetona. Sin previo aviso, le dio un beso suave en los labios, transmitiéndole todo el amor y la admiración que sentía por su hermano menor.

Samantha: Noah, eres lo más importante para mí. Haría cualquier cosa por ti.

Noah se sintió abrumado por la dulzura de las palabras de su hermana. Con un corazón lleno de afecto, tomó su mano con ternura mientras continuaban caminando hacia el comedor. La suave presión de sus dedos entrelazados envió una oleada de calidez a través de su ser, haciéndole sentir más conectado que nunca con Samantha.

Noah: Sí, yo a ti, Samantha. Eres mi todo. Te amo mucho.

Samantha se sonrojó ante las palabras de su hermano, sintiendo un cosquilleo de emoción recorriendo su cuerpo. A pesar de la incomodidad de la situación, no pude evitar pensar que juntos, caminando de la mano y compartiendo gestos de cariño, parecían más que solo hermanos. En su mente, se formó la imagen de una pareja unida por un vínculo especial y único, y por un instante, el mundo pareció detenerse a su alrededor mientras se sumergían en ese momento de complicidad y amor fraternal.

El comedor estaba bañado por la suave luz de la mañana cuando Noah y Samantha entraron tomados de la mano. El padre de ambos, sentado en la cabecera de la mesa, levantó la mirada al escuchar sus pasos, sorprendido al ver a sus hijos en una muestra pública de afecto poco común entre ellos. Aunque siempre habían sido cercanos, nunca se habían mostrado tan efusivos en público.

El rostro del padre reflejaba una leve expresión de desconcierto ante la escena, pero decidió no hacer ningún comentario al respecto por el momento. Sin embargo, algo en la situación le parecía inusual, y no podía evitar sentirse intrigado por el repentino cambio en la dinámica entre sus hijos.

Noah, con su habitual cortesía, saludó a su padre con un educado "buenos días", mientras que Samantha, en un intento de mantener las apariencias, trató de imitar su tono habitual, aunque le resultó difícil ocultar la extraña sensación de indiferencia que ahora sentía hacia los demás.

Padre: Buenos días, mis queridos hijos. ¿Todo bien?

Noah: Sí, padre, todo está bien. Gracias por preguntar.

Samantha, aunque intentó sonar amable, luchó por mantener la fachada de cortesía que solía mostrarle a su padre. A pesar de sus esfuerzos, sus palabras carecían de la calidez habitual, lo que no pasó desapercibido para el padre, quien frunció el ceño ligeramente ante la actitud inusual de su hija.

William observa con perplejidad cómo Samantha elige sentarse al lado de Noah en lugar de ocupar su lugar habitual en la mesa del desayuno. Cada intercambio entre los dos hermanos parece cargado de una intimidad inusual, y las miradas de Samantha hacia Noah revelan un afecto que William no puede ignorar. Aunque intenta convencerse de que está imaginando cosas, el comportamiento de su hija sigue desconcertándolo.

Cuando Samantha comienza a servirle el desayuno a Noah como si fuera un niño pequeño, William decide intervenir. Con una voz tranquila pero firme, dirige su atención a Samantha:

William: Samantha, cariño, Noah ya es lo suficientemente mayor como para servirse a sí mismo el desayuno. Deberías permitirle tu espacio personal.

La expresión de Samantha cambia de repente, y William detecta un destello de molestia en sus ojos. Sin embargo, ella asiente en silencio y se retira, dejando a Noah para que pueda comer solo.

A pesar de la aparente resolución de Samantha, William no puede evitar sentirse preocupado por la dinámica entre sus hijos. Se pregunta si hay algo más que está pasando debajo de la superficie, algo que quizás no esté viendo. Sin embargo, por ahora, decide dejar el tema en reposo y continuar con el desayuno en silencio, con la incertidumbre flotando en el aire.

Desde la perspectiva de Samantha:

Observa a papá con calma mientras sirve el desayuno a Noah. Aunque su mirada revela cierta sorpresa por nuestra cercanía inusual, no parece perturbado por ello. Sin embargo, a pesar de su aparente tranquilidad, percibo un atisbo de preocupación en su mirada, como si estuviera reflexionando sobre la situación. Aunque papá intenta ocultar su inquietud, puedo sentir su preocupación subyacente, aunque no la exprese abiertamente.

Por mi parte, me siento indiferente ante la posible inquietud de papá. Mis emociones están completamente centradas en Noah, y su amoroso apoyo es todo lo que necesito para sentirme segura en nuestra relación. Continuo sirviendo el desayuno a Noah con una sonrisa juguetona, sin dejar que la preocupación de papá afecta mi actitud despreocupada hacia nuestro vínculo especial.

Cuando comienzo a servirle el desayuno a Noah, lo hago con una sonrisa coqueta y juguetona, como si estuviera cuidando de un niño pequeño. "Aquí viene el pajarito, hermanito. ¡Di 'aaah'!", le digo con picardía.

Pero su reacción no tarda en llegar. La expresión en su rostro cambia, pasando de la confusión a la preocupación. No puedo evitar sentirme molesta cuando papá me recuerda que Noah ya es lo suficientemente mayor como para comer solo, insinuando sutilmente que estoy invadiendo su espacio personal.

Con una mirada molesta, asiento en silencio y me retiro, dejando a Noah a solas con su desayuno. Sin embargo, sé que mi lealtad y afecto hacia Noah son más importantes que cualquier regaño que pueda recibir. Por ahora, me resigno al silencio y continuo el desayuno.

Después del desayuno, Noah se dirige a Samantha con una sonrisa, invitándola a salir. Antes de que pueda responder, papá interviene con un tono serio.

William: "Samantha, hoy no puedes salir. Sebastian vendrá para hablar sobre los preparativos de la boda".

Samantha lo mira con determinación, su rostro adopta una expresión de frialdad que sorprende a papá.

Samantha: "Dile que puede volver otro día".

La sorpresa se refleja en el rostro de papá.

William: "Pero... él es tu prometido, y estabas emocionada por planificar la boda con él".

Samantha se vuelve hacia papá con una mirada fría y decidida.

Samantha: "Y qué. Estar con mi amado hermanito es más importante para mí que cualquier boda".

Noah, que observa la escena en silencio, sonríe sutilmente ante las palabras de su hermana.

Samantha, claramente emocionada, mira a Noah con los ojos brillantes.

Samantha: "¿A dónde iremos, Noah?"

Noah la observa con una sonrisa juguetona.

Noah: "Daremos un paseo por el bosque".

Para Samantha, esta idea es tan romántica que apenas puede contener su emoción. Asiente con entusiasmo y sigue a Noah, llena de expectativas y alegría.

Ahora, desde la perspectiva de Noah, su mente está centrada en el funcionamiento perfecto del collar hasta el momento. Sabe que es el momento adecuado para hacer uso del anillo y el collar en conjunto, ajustando la memoria de su querida hermana para que se convierta en su esclava sin que ella tenga idea de lo que le espera en el futuro.

Noah contempla con satisfacción la idea de tener a su hermana bajo su control total, utilizando los artefactos mágicos para asegurarse de que ella siempre esté a su lado, cumpliendo cada uno de sus deseos.

Sin embargo, antes de que Samantha pudiera expresar más de sus sentimientos, Noah se disculpó y sacó algo de su bolsillo. Antes de que ella pudiera siquiera preguntar qué era, Noah le mostró el anillo con una gema brillante en el centro.

Los ojos de Samantha se iluminaron al ver el resplandor del anillo, y su mente se nubló una vez más con la influencia del poderoso artefacto.

A partir de ese momento, Samantha sería un títere a merced de su amo, obedeciendo cada una de sus órdenes sin cuestionarlas, entregando su corazón y su voluntad por completo a Noah, el único dueño de su amor y su destino.

Noah sostuvo el anillo frente a Samantha. A la luz de la luna que se filtraba entre las ramas de los árboles, sus ojos se encontraron, transmitiendo una emocion que trascendía las palabras.

"Samantha," comenzó Noah, su voz resonando con autoridad pero también con ternura, "escucha con atención. Estos son los cinco puntos que cambiarán tu mente para siempre."

Con una concentración intensa, enumeró cada punto, asegurándose de que cada palabra se grabara profundamente en la mente de su hermana. Samantha asintió en silencio, absorbida por la presencia de su hermano y las palabras que él pronunciaba.

"Samantha, repite después de mí: 'Noah, eres mi dueño absoluto. Todo lo que digas, haré sin cuestionar.'"

Samantha: 'Noah, eres mi dueño absoluto. Todo lo que digas, haré sin cuestionar.'"

"Ahora, repite: 'Mi lealtad y amor son solo para ti, Noah. Nadie más importa.'"

Samantha: 'Mi lealtad y amor son solo para ti, Noah. Nadie más importa.'

"Samantha, entiende esto: 'Tu voluntad está completamente bajo mi control. No tendrás deseos ni necesidades que no sean los míos.'"

Samantha: 'Mi voluntad está completamente bajo tu control. No tendre deseos ni necesidades que no sean los tuyos.'

"Repítelo: 'A partir de ahora, mi propósito en la vida es servirte y complacerte en todo lo que desees.'"

Samantha: 'A partir de ahora, mi propósito en la vida es servirte y complacerte en todo lo que desees.'"

"Por último, repite estas palabras: 'Noah, soy tuya en cuerpo, mente y espíritu. Mi existencia entera está dedicada a ti y a tu felicidad.'"

'Noah, soy tuya en cuerpo, mente y espíritu. Mi existencia entera está dedicada a ti y a tu felicidad.'"

Cada orden se enfoca en consolidar la sumisión total de Samantha a Noah, asegurando que su voluntad y deseos estén completamente alineados con los de su hermano.

"Noah," susurró Samantha con devoción, "lo que sea por ti, hermanito."

"Noah. Te amo. Haré todo lo que me pidas. Te pertenezco. Te necesito. Soy tuya."

Samantha repitió las palabras de Noah con una voz monótona, como si estuviera en trance. Sus ojos, antes llenos de vida y emoción, ahora reflejaban una calma inquietante, como si su ser interior estuviera siendo moldeado por las instrucciones de su amo.

Noah observó con una mezcla de satisfacción y poder cómo cada palabra pronunciada por Samantha fortalecía el lazo entre ellos. Sabía que, a partir de ese momento, su hermana sería completamente suya, obedeciendo cada uno de sus deseos con devoción absoluta.

¿Que es lo que hara acontinuacion?

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