Sí

Conchita, Mariela y Juan Manuel revisaron el menú. Entretanto, llegó una bella mesonera. Joven, blanca, de cabello castaño.

"Hola, mi nombre es Fabiola, en qué les puedo atender?"

"Hola, Fabiola...sabes, queremos merendar algo, qué nos recomiendas?" Preguntó Conchita.

"Bien, tenemos pipissant con jamón y queso, con chocolate...bolitas de chocolate, de queso..."

"Pipissant?" Preguntó Mariela.

"Sí, son unos croissant, pero con forma de pipí"

"Suena genial, yo quiero uno!" Indicó Mariel.

"Yo me uno a mi amiga, y me gustarían unas bolitas de chocolate" Dijo Conchita.

"Yo pido lo mismo que ellas" Dijo Juan Manuel sonriente.

"Fabiola, dime una cosa, tú eres venezolana también?" Preguntó Conchita.

"Sí, sí señora, soy venezolana" Respondió la joven.

"Vaya, son ustedes todas lindas y con ese acento encantador!" Indicó Conchita.

"Eso es cierto, son hermosas!" Apuntó Juan Manuel

"Gracias!" Dijo Fabiola sonriente.

"Fabiola, déjame preguntarte algo. Nosotras estamos sentadas en estas sillas, no sé como llamarlas, normales...Pero la silla de él es... bueno... es especial..." Indicó Mariela.

"Ya va, cómo especial?" Dijo Fabiola, dando una vuelta y colocándose junto a Mariela. Una vez frente a Juan Manuel, la mesonera fijó su mirada en los genitales del comensal, mientras sonreía."

"Bueno, la forma...la forma de la silla" Dijo Mariela, compartiendo una mirada de complicidad con Fabiola, y percatada de que también le divertía la vista del enorme órgano colgando delante de los testículos.

"Ah, claro, bueno, tal como lo ve, son unas sillas diseñadas especialmente para que los chicos no se lastimen la paloma o las bolas al sentarse...En oportunidades pasó que algunos comensales con pipís especialmente grandes como el joven acá, acababan sentándose sobre ellos o sobre sus bolas..." terminó de decir Fabiola con una sonrisa.

"Jajajajajjajajajajajajjajaja, río Conchita....vaya, imagino eso....jajajajajjajajaj...A ver Fabiola, y cuando se sentaban sobre la polla o los huevos, qué pasaba después...perdían facultades cognitivas...? Conchita bromeó, generando una risa colectiva de las féminas y una gran sonrisa de circunstancia en Juan Manuel.

"Sí, en el caso de los hombres, machucarse los huevos o la polla debe equivaler en las mujeres a golpearse duro la cabeza, te debe causar una conmoción cerebral...Lo digo porque los chicos piensan con la polla!"

"Jajajajjajajajjajaj, ay, Conchita, no puedo con usted!" Dijo Mariela, riendo mientras aplaudía el chiste.

"Trátame de tú, Mariela y relájate un poco!" Respondió Conchita.

"Es verdad, ellos son diferentes, piensan con el pipí! Se animó a decir Fabiola, entre risas, pero contenida ante la presencia de Juan Manuel.

"Ja-ja-ja, ohh, qué chistosas...! Dijo Juan Manuel ya un poco cansado de los chistes sobre penes.

"A ver, chicas, acá les va una adivinanza feminista. Qué es un grano en el glande de un pene?... Alguna sabe? Alguna se anima?" Inquirió Conchita.

Mariela y Fabiola se miraron sonrientes, sin saber qué responder.

"Pues a que no adivinan....es un tumor cerebral!!!" Respondió Conchita, generando risas en sus interlocutoras.

Luego de compartir más risas y bromas sobre penes, Fabiola por fin se marchó a buscar el pedido de todos.

"Mariela, y cuéntanos cómo llegaste acá a Peternia" Preguntó Conchita.

"Bueno, tengo una tía qué es psicólogo clínica, y ella conocía esta isla y todo lo del CFNM" Respondió Mariela.

"Y cómo llegaste al mundo del CFNM?"

"No sé, algo así como que ya tardíamente, a mis 18, un día me provocó buscar algo de porno para mujeres, y conseguí unos videos muy graciosos y divertidos de varias chicas haciendo saltar la cuerda a unos hombres desnudos en una especie de gimnasio...Y de ahí me enganché al género...Y también es que yo soy muy curiosa sobre los genitales mascu...." Mariela fue interrumpida por Conchita mientras trataba de terminar su frase.

"Detente ahí, Mariela...Te has dado cuenta de que tratas con una reverencia los penes? Por qué no usar tu jerga venezolana, o la jerga española, la que prefieras para referirte a ellos? Hagámos un ejercicio; repite conmigo estas frases: me dan curiosidad las pollas/ me dan curiosidad los pipirichos!" Vamos, repite.

Mariela río, todavía algo cohibida.

"Vamos, inténtalo, te va a empoderar!"

"Ok...me dan curiosidad las pollas...me dan curiosidad los pipirichos..me dan curiosidad las pollas...me dan curiosidad los pipirichos..." Mariela repitió riendo.

"Bravo, bien! Es un pequeño paso que en el futuro entenderás lo determinante que llegará a ser! Remarcó Conchita.

Justo al terminar de hablar Conchita, llegó Fabiola con la comida.

"Bueno, acá tienen los pipissants y las bolitas de chocolate!" Los pipisssants y las bolitas de chocolate estaban dispuestos de forma en que parecían unos penes grandes curvados con su respectivo par de testículos. El detalle curioso de cada uno eran las líneas de crema que salían de ellos, como si hubieran eyaculado.

"Oh, mirad, pero si parece que los pipissants se corrieron y todo" Dijo Conchita riendo.

"Qué creatividad!" Mariela afirmó gratamente sorprendida.