El hombre del equipo

"Cole, tu mantén el perímetro despejado." ordenó Aldana al hombre del grupo "Lo último que queremos es merodeadores husmeando en nuestro trabajo. Liza y yo desmontaremos el equipo mientras que Lulu inspecciona el meteorito."

Todos asintieron y se pusieron a trabajar. Sin notarlo el simbionte, que aún seguía dentro del meteorito, ya había decidió a quién tomar... Cole.

Igualmente el trabajo no iba a ser sencillo, para conseguirlo necesitaba pasar por las otras personas, pero ya tenía un plan en mente.

Esperó paciente hasta que la tal Lulu estuvo lo suficientemente cerca, ahí se produjo el primer contacto, ya no había vuelta atrás.

"Chicos, creo que hay algo aq- AHHHH!" gritó aterrada mientras caía al piso y comenzaba a retroceder como podía.

Todos se acercaron rápidamente a ella para ver qué era lo que sucedía quedando shockeados al ver como el simbionte emergía como un volcán en erupción del meteorito y caía a escaso metro del cuerpo de la chica.

"Lulu muévete!" gritó Aldana mientras corría hacia ella.

La chica observaba petrificada mientras la masa se acercaba a ella.

"Cole ayúdala, yo voy a buscar el tanque para encerrarlo." dijo Liza y salió apresuradamente de allí.

"Maldición." gritó Cole tirandose de lleno a la acción.

Entre ambos la tomaron por las axilas y comenzaron a tirar de ella. Cierto alivio hubo en el grupo sabiendo que la tenían, lo que no sospechaban era que ella no era el objetivo principal del alienígena y que sus movimientos habían sido lentos a propósito.

"Ahg" gritó de repente Cole para mirar abajo y encontrarse con la aterradora sorpresa de que la criatura ya estaba encima de él "Tiene mi pierna."

Vio como el simbionte comenzó a trepar por su pierna e intentó arrancarlo con sus manos. Grave error, ya que la criatura aprovechó esto para ir más arriba en su cuerpo trepando por sus brazos.

"Quítenme esto." intentó sacudirlo de encima.

Las chicas, actuando inconscientemente intentaron tirar de la masa negra, pero esta se les escurría entre los dedos volviendo al cuerpo del hombre.

"Es inútil." se quejó Lulu.

La pelea continuó hasta que Cole se dio cuenta de algo.

"Dios, se está metiendo entre mi armadura." observaban como el simbionte se escabullía por los pequeños espacios abiertos que había en esta.

Y, de repente, un sonido inesperado por todos salió de la boca del hombre. Un gemido. El primer contacto con su piel le había dado un shock de electricidad que bajó hasta su miembro provocando que eyaculara.

"Se está uniendo a mi piel." declaró secamente mientras caía arrodillado al piso.

Aldana se sacó su casco dejando ver su piel morena, su pelo largo y ojos marrones.

"Tranquilo Cole, todo va a estar bien. Mírame." el varón, como pudo, le dedicó una mirada "Estoy aquí contigo."

Lulu realizó la misma acción dejando expuesto su rostro pálido oriental, ojos casi negros y como su pelo.

"Estamos contigo. Qué está haciendo esa cosa?"
"Se está uniendo con todo mi cuerpo, metiéndose en cada rincón."
"Cómo se siente?"
"Frío... caliente... dios, se siente muy caliente." terminó la frase en un nuevo gemido.

Había eyaculado nuevamente. No sabía qué era aquella criatura, pero lo estaba volviendo loco de placer.

Las chicas se miraban confundidas, no entendían qué le estaba sucediendo a su compañero.

De repente el rostro de Cole quedó congelado.

"No... por favor... no..."
"Qué? Qué pasa?" Aldana
"Mi... pene..."
"Tu qué?" Lulu miró sorprendida.
"Se está uniendo con mi pene. Es una tortura."

Ruidos raros comenzaron a salir de su casco, a lo que la asiática, tomando coraje, decidió removérselo para encontrarse con el rostro claro de Cole reflejando el mayor de los placeres.

"Cole, mírame. Tienes que concentrarte." le ordenó la morena.
"Me está hablando." pudo decir en un instante de cordura.
"Qué te dice?"
"Trae... trae paz." Aldana notó como la masa negra salía por el cuello de la armadura del hombre y comenzaba a unirse a su rostro "Chicas, es tan hermoso... es tan..." antes de que pudiera terminar fue completamente devorado por el simbionte.

Los segundos pasaban y no parecía ocurrir nada, hasta que, de repente, el cuerpo de Cole comenzó a cambiar. Ambas se alejaron lentamente mientras veían como el cuerpo de lo que había sido su amigo comenzaba a crecer en tamaño rompiendo toda su vestimenta. Sus guantes y botas estallaron dejando ver unas enormes y afiladas garras negras. Luego de unos minutos de transformación una bestia de casi dos metros enteramente oscura llena de músculos, con unos grandes ojos blancos y venas grises que recorrían su cuerpo se alzó delante de las chicas.

"Tengo lista la..." volvió Liza para llevarse encontrarse con aquella cosa. "Oh, no."

Hubo unos momentos de silencio y miradas hasta que Aldana comenzó a hablar.

"Cole? Cole estás ahí dentro?"

La criatura observó su cuerpo por unos momentos.

"Si... No... No lo sé."
"Esa respuesta si que tranquiliza." dijo bromeando Lulu.
"Tienes que ser un poco más especifico amigo."
"Soy Cole, pero también soy algo más... algo... poderoso... Venom!"

Las tres compartieron miradas de preocupación.

"Qué bonito, tiene hasta nombre y todo." la asiática mencionó por lo bajo.
"Col... Venom." retomó Aldana "Qué eres?"
"Soy quien va a traer paz y armonía a este mundo."
"Genial, buen motivo. Justo conocemos a alguien que también tiene esa idea y estaría encantada de conocerte."
"Paloma, lo sabemos, y estamos más que complacidos por conocerla, pero antes... necesitamos estar en condiciones"
"En condiciones? A qué te refieres."

La criatura sonrió mostrando unos dientes grandes y afilados

"Tenemos hambre..."
"Genial, eso no es bueno." dijo Liza retrocediendo un poco.
"Cole tienes que calmarte y controlar esa cosa." le ordenó Aldana.
"No podemos, el hambre es mucha, nuestro viaje fue largo."
"Chicas, creo que deberíamos correr antes de ser devorada por esa cosa." decretó Lulu.
"No! Nosotros no nos alimentamos de esa forma..."
"Entonces cómo?"

Los segundos en silencio trascurrían y todos estaban impacientes por esa respuesta.

"Sexo..."

Las tres quedaron boquiabiertas y, de repente, pudieron notar el enorme miembro de la criatura colgando entre sus piernas.