No quieres romperla.

Empiezas a sacársela despacito hasta que ya la tienes fuera. Ella se tapa el sexo con sus dos manos y te mira a los ojos con cara de dolor y preocupación.

'Lo siento, lo siento mucho.' Lágrimas están apareciendo en el borde de sus ojos.

'No, tranquila, no pasa nada. Shhhhhhh.' La abrazas y le acaricias la cabeza. 'No pasa nada, tranquila.'

Cuando deja de llorar, la sueltas suavemente, ella te da un beso en la boca y se levanta.

'Jolines. Lo siento mucho. Es que la tienes demasiado grande.'

'Tampoco la tengo tan grande. ¿Eres virgen?'

'Nooo, que va. La verdad es que tuve un novio varios años y estuvimos haciéndolo casi tres años, pero es que tú la tienes dos veces más grande que mi ex.' Se suena los mocos con un pañuelo y se sienta junto a ti. Sigues empalmado. Ella te señala el miembro.

'O la tienes demasiado grande, o mi ex la tenía muy pequeña.'

'No sé que decirte, con las chicas que he estado, ninguna se ha quejado de mi tamaño.'

'Serían chicas grandes, no como yo que soy... 'apañá' como dice mi madre.' Le sonríes, ella también, le das un beso y ella te lo devuelve. 'O estuviste con golfillas acostumbradas a buenos... eso.' Se pone colorada.

'¿Y tú? ¿A qué estabas acostumbrada?'

'¿A qué te refieres?'

'A que hacíais. El misionero, tú encima, a cuatro patas, sexo oral, sexo anal, sado-maso... si te ataba, lluvia dorada...' Te mira con ojos como platos y tu no puedes quedarte serio y te pones a reír a carcajadas.

Ella se relaja y te contesta.

'Pues la verdad es que me gustaba mucho yo encima... Y terminar a cuatro patas como dices tú.'

'¿Y que te diera azotes?'

'Aaaaah.... Sí.... ¿Como lo sabes?'

'A todas las chicas os gusta los azotes en el culo.'

'Vaya.... No me gustaba el 69, pero chuparsela, sí que me gustaba.'

'¿Se corría en tu boca?'

'¡Oye! ¡Eso es personal!'

'Osea que te gustaba.' Ella se pone colorada.

'Sí. La verdad es que sí. Que se corriera en mi cara también me gustaba.'

'¿Y el sexo anal?' Te mira a los ojos y su cara cambia radicalmente.

'Tardó casi tres años en convencerme. Un día que iba un poco bebida, me convenció. Luego lo volvimos a hacer varias veces más. Hacía apenas un mes que le había dejado hacérmelo que me enteré que se lo estaba contando a todo el mundo. Todos mis amigos y amigas sabían como y cuando me lo había hecho, hasta mi hermano lo sabía. Rompí con él, no me gustaba pero lo hacía por él y él me lo pagó de esa manera.'

'Lo siento mucho. Pero menudo idiota.?

'Sí, lo es, pero la idiota fui yo.'

El ambiente ya no es tan festivo como antes, te levantas y recoges tus pantalones. Empiezas a metertelos y ella te para.

'¿A donde vas con eso así? Me daría vergüenza que salieras de mi habitación con... tan... con la polla tiesa.'

'Pero tú no estás para... follar.'

'Follar quizás no... Pero chupar, sí que me gustaría chupártela. Nunca he chupado algo tan grande. Bueno, nunca he chupado otra polla la verdad. ¿Quieres que te la chupe?'

'Estaría encantado.'

'Pues ven aquí.'

Te acercas a ella y con una gran sonrisa se la mete en la boca, tampoco le cabe mucho en ella. Te agarra con las dos manos y empieza a hacerte una buena y rica mamada, lo hace muy bien, ayudándose de las manos, sin sacarlo de la boca, masturbándote a dos manos. La agarras de la cabeza e intentas empujar todo lo que pueda entrarle de polla en su garganta, pero pronto le entra arcadas, no puede meterse ni media polla. Aún así lo hace de maravilla y ya te falta poco para correrte. No le avisas y de pronto le lanzas un potente chorro de semen hasta el fondo de su boca, ella se sobresalta, se echa hacia atrás y una andanada de semen impacta contra su cara. Ella no deja de masturbarte y otras tres lefadas le da en la cara y frente, al final, vuelve a meterse la polla en la boca y sigue masturbándote, abre los ojos y te succiona fuertemente.

'¡Vaya! Hacía tiempo que no me bañaba en leche jejeje'.

Cuando te acuestas en tu cama, en tu casa, para dormirte, recuerdas antes de sucumbir al sueño la carita llena de semen que tenía Anita cuando te fuiste.