Lo dejara en bolas en público

Tom salía de una reunión, esos chicos les seguía estando bien el mensaje, Tom en realidad era gay y fingido bastante tiempo hablando mal sobre la homosexualidad con sus espectadores.

Una vida como un predicador de tonterías le había dado mucho dinero, tenía un gran departamento con su propio gimnasio enfrente de él vivía ese insignificante estudiante, aunque era guapo era muy poca cosa para él.

Pese a que siempre usaba ropa muy holgada estaba en buena forma era rubio y de ojos azules. Bastante clasista en toda forma, admitir que en realidad era gay no era bueno para su negocio así veía estos grupos juveniles, no eran religiosos.

Estaba justo buscando unos de sus costosos trajes en su enorme closet cuando no había nada, toda su ropa aparte de la que tenía puesta había desparecido, justo cuando iba a checar las cámaras, noto como un pequeño hombrecito con cara de cabra lo veía cargando su ropa tranquilamente, Tom se frotó los ojos y camino hacia la puerta.

En la puerta sintió como su elegante saco salía de su cuerpo era extraño, como algo se llevaba su elegante traje.

Tom lo persiguió fuera y los botones de la camisa que usaba, comenzó a soltarse abriéndose y dejando ver un abdomen trabajado y rasurado.

Detrás de él, la puerta se cerró y sus pantalones comenzó a descender, intentó levantarlos pero eran extrañamente increíblemente pesados, viéndose forzado a salir de ellos.

Una anciana frente que vivía frente, se asomo por su ventana y vio a su guapo vecino en calzoncillos y tomo su teléfono esto no se repetiría a menudo, y comenzó a grabar al tipo guapo en calzoncillos del pasillo, vestía unos holgados boxer pero dado que su camiseta estaba abierta podía ver bastante de ese galán.

Tom decidió caminar hacia la recepción esperando que le dieran una copia de la llave y que la menor cantidad de personas lo vieran en ropa interior, pero cuando dio vuelta en el pasillo su camisa abandono su cuerpo, como si lo traspasara y cayo al piso, ahora casi todo cuerpo estaba desnudo-

Camino discretamente a la recepción del edificio, cuando escucho claramente un sonido de tela rompiéndose, sus calzoncillos cayeron convertidos en jirones, intento correr pero sus zapatos estaban convertidos en piedra, con esfuerzo saco sus pies ahora descalzos y se movió quedando en la salida de emergencia del edificio cuando Mike el chico pelirrojo del edificio apareció de la nada y lo empujo hacia el exhicionismo publico.