Intentar la puerta del perro

Alex nunca había tenido una mascota, pero desde que se había mudado solo había estado esperando el momento de poder tener un perro, y aunque aun no había adoptado a uno ya tenia la puerta para perro lista en la entrada de en frente, así que sin pensar con claridad como siempre, y por tener resaca decidió probar la pequeña puerta.

Camino hasta el frente de su casa, vio la puerta para perro en el suelo y se agacho para poder intentar pasar por ella, paso primero sus brazos, después la cabeza y al intentar meter las demás partes de su cuerpo noto que eran demasiado grandes como para pasar por ese lugar estrecho, así que decidió mejor encontrar otra manera de entrar a la casa, solo para encontrarse con la sorpresa que se encontraba atorado.

El muy inteligente de Alex nunca se le ocurrió que quedarse atorado sería uno de sus problemas, más por que su idea era pasar un cuerpo robusto por un lugar estrecho.

Así que allí estaba ahora, hincado en el suelo, con su trasero, miembro y piernas expuestos fuera, mientras solo sus brazos y cabeza estaban dentro; se movió con todas sus fuerzas haciendo temblar por momentos la puerta entera, pero solo logro agitarse y aumentar su ritmo cardíaco, y para cuando se dio cuenta tenia una erección grande que no podía ver ni controlar.

Alex volvió a intentar otra gran idea, deslizo uno de sus brazos de nuevo fuera del marco, para así intentar cubrir su erección por si alguien lo veía, pero solo logro atorar su brazo sin siquiera cubrir ni un poco su ahora erección completa; fue entonces cuando: