Escapan de sus captores

El misionero Smith coloco nerviosamente su mano en el trasero del hermano Wood, sintió su carnoso y trabajado trasero de burbuja, se sentía tan bien poseer el culo sexy de su amigo.

-Es lo más sexy que había visto en mucho tiempo- menciono la anciana muy emocionado.

Smith sintió la suave piel del trasero de madera el tacto el hizo sentirse extrañamente excitado.

-Le gusta tocar el trasero de su amigo- menciono la anciana al ver la erección de Smith comenzó a reír.

Sin embargo las risas fueron interrumpidas por el sonido de una patrulla de policía lo cual desconcertó a los matones el tiempo suficiente para que los chicos podrían correr en dirección al bosque.

Correr descalzos y con su largas pollas colgando era muy incomodo para los dos podían sentir el viento y la calle ardiendo en sus pies descalzos, pero no iban a parar debían de encontrar una forma de escapar de esos horribles hombres.

-Vengan aquí- Grito Sam y su hermano enmascarado quien casi no había hablado.

Los nudistas llegaron hasta un lugar lleno de vegetación, los arboles casi no dejaban entrar la luz, por lo que era difícil avanzar pero era el perfecto lugar para esconderse, podían sentir el contacto del follaje en su cuerpos expuestos.

A lo lejos se escuchaba el sonido de los matones detrás de ellos, pero no se percataron que en un momento pisaron mal una saliente en la oscuridad y cayeron.

Rodaron por el fango, mientras se veía caer a dos hombres jóvenes muy atractivos rodar colina abajo mientras su desnudez se hacía más presente.