Dejarse esposar

Any.- Tendrás que dejarte poner esposas

Alex.- ¡¿Qué?! claro que no, no puedes pedirme eso

Any.- escúchame, no te conozco y tu cuartada no es muy buena, fácilmente podrías querer atacarme y ser un pervertido

Alex.- Pero no soy un pervertido, te estoy diciendo la verdad.

Any.- aunque así fuera eso no deja de lado que estés desnudo y necesites mi ayuda, es tu ultima oportunidad, sino cerrare con llave y llamare a la policía diciendo que hay un pervertido desnudo queriendo entrar a mi casa.

Alex.- No!, esta bien, solo no llames a nadie, yo... acepto

En ese momento la puerta se cierra completamente, y los sonidos dentro de la casa empiezan a escucharse, él pelirrojo no pudo evitar sentirse tan avergonzado por lo que estaba a punto de hacer, ya era lo suficiente malo estar en esa situación, y ahora con esposas, eso no podría salir bien (y en efecto, no sabe la gran aventura que le esperaba).

Después de casi dos minutos se volvió a abrir la puerta, Any dejo entrar a Alex por ella, e inmediatamente en cuando la puerta se cerro de nuevo sus manos fueron llevadas atrás por la chica, coloco las esposas con demasiada facilidad que le hacia parecer tener mucha experiencia.

Ahora el miembro del pelirrojo quedo completamente descubierto y expuesto frente a la chica; posteriormente llevo a empujones a Alex a la sala de estar, donde lo sentó mientras ella buscaba la llave de repuesto.

Any la encontró con facilidad, pero no se la daría tan fácil, quería divertirse con el pelirrojo, así que pensó hasta que una idea perversa le llego a su cabeza.