Buenos negocios.

Mariví se te echa encima, te besa con pasión, vuestras lenguas revolotean en vuestras bocas, no paráis ni para respirar. Su mano que sube y baja por tu entrepierna está logrando que se ponga dura la cosa. De pronto, deja de besarte, deja de tocarte, sube sus manos hasta la parte de arriba de su corpiño y libera sus poderosas tetas, rebosando por encima del corpiño, son tetas grandes, pesadas y caídas, pero están para comérselas y eso haces. Ella te acaricia el pelo y la nuca mientras agarras con tus manos esas mamas y las chupas, le muerdes los pezones, las lames. Ella está encantada, te mete la lengua en la boca, lame al mismo tiempo que tú uno de sus pezones, te mira con lujuria.

Se ha cansado del juego y te empuja hacia el sofá, te sientas en él y ella se arrodilla ante ti.

'Quiero engullir ese monstruo que te cuelga entre las piernas.'

Con gran habilidad, te quita los pantalones y el boxer. Te agarra el miembro como si fuera un trofeo, le da un besito y te dice: 'Así me gustan las pollas a mi.' Y se la mete en la boca. Te la chupa con fruición, con glotonería, se mete media polla en la boca y succiona con gran conocimiento. Te está haciendo una mamada de experta, lenta, profunda y mirándote a los ojos. En otros momentos está con los ojos cerrados disfrutando de tu miembro en su boca.

Se levanta y te pide que le sueltes los ligueros de las medias, cuando has soltado el cuarto, ella esta de espaldas a ti. Mariví pasa sus dos pulgares por el hilillo del tanga y se lo baja lentamente, doblando el cuerpo sin flexionar las piernas, dejando a la altura de tu cara un hermoso culo ya libre del tanga. Y tú le besas el culo, primero el derecho, luego el izquierdo, luego le abres con las manos las nalgas y pasas tu lengua desde el coño hasta el ano. Ella se endereza, se ata los ligueros y cuando ata el último, se sube al sofá, y pone su coñito a la altura de tu boca. Le lames el coño todo lo que puedes, ella se abre más de piernas hasta que a un momento, se baja y se sienta a horcajadas sobre ti y te besa con pasión.

Ella agarra tu polla, se levanta lo suficiente para poder maniobrar y poner tu miembro frente al orificio de su sexo, luego se baja despacio y la penetras sin problemas, su sexo no es estrecho y está muy mojado. En nada estás totalmente dentro de ella y te vuelve a besar. Te guía las manos a sus tetas y empieza a follarte suavemente. Te folla y te besa, le sobas las tetas, su ritmo va subiendo y subiendo y la fricción de tu polla dentro de su coño está haciendo que vayas a llegar pronto al orgasmo.

'Baja el ritmo o no aguantaré mucho más.'

Ella se empala sobre tu polla, te sonríe y te da un buen morreo. Se levanta, se baja del sofá, se da la vuelta y agarra tu polla y se lo vuelve a meter dentro, pero se echa sobre ti y te pide que la acaricies. Empiezas por sobarle las tetas, le besas el cuello, bajas tus manos hacia sus piernas, le arañas los muslos y con una mano le acaricias el clítoris y con la otra le magreas una de sus tetas. Sigues así un rato hasta que ella está gimiendo de placer, entonce coloca sus brazos hacia atrás, se apoya en el sofá, sube sus piernas también en el sofá y empieza a follarte de una manera que no sabías que se podía hacer. Ella pone un ritmo infernal, no aguantas más y con un grito ronco dices: 'Me corrooooo.' Y ella también parece que se corre. Te vacias dentro de su coño hasta sentir la última palpitación de tu miembro erecto. Tras unos cuantos movimientos más, se vuelve como puede y te da un beso en la boca y se levanta.

Estás en la gloria y ves que ella se va hacia la habitación. No sabes donde está tu jefa y el viejo. Te levantas tras Mariví y ves que en la cama, están él boca abajo y ella encima, haciendo un perfecto 69. Tu jefa engulle literalmente la polla del viejo que no la tiene tan larga como la tuya, pero parece más gruesa. Ella le acaricia los huevos mientras se traga toda esa carne.

Pero tu asombro llega cuando la secretaria se sube a la cama, empuja con su culo, el culo de tu jefa y planta su coño sobre la boca del viejo, y él se lo come con más gusto aún. Tu jefa deja de chupar y se da la vuelta. Empieza a acariciarle los pechos de Mariví y se besan en la boca. Tras un buen rato, la secretaria se baja y Rosa le da un morreo al viejo antes de volver a ponerse como antes para seguir con el 69.

Cuando te fijas en Mariví, ella se ha puesto un arnés desde el cual sale una polla negra de plástico bastante descomunal. Te mira con una sonrisa malvada y se te acerca a ti, te pasa el bote de lubricante y te dice que le eches gel al pene. No sin miedo, lo haces y ella restriega bien todo el lubricante por el consolador, hace como si se estuviera haciendo una paja, te da un beso en los labios y se va hacia la cama. Se pone detrás del viejo, le coge las dos piernas, se las levanta hasta arriba y se sube a la cama. Sin mediar palabra, arrima la polla negra al culo de su jefe y se lo ensarta de un fuerte empujón.

El viejo pega un grito de dolor, la llama mala puta pero ella no para y se la va metiendo cada vez más adentro y empieza a follárselo. Él le dice a ella de todo, ella le llama maricón y le dice que se calle, sus embestidas son cada vez más bestias, el aúlla y tras unos pocos minutos de escándalo, él se corre chillando, se corre dentro de la boca de tu jefa que en ningún momento ha dejado de chuparle y acariciarle los huevos.

Cuando el viejo ha terminado de tener espasmos de placer, tu jefa se endereza, y le da un morreo a la secretaria. Luego entiendes que lo que ha hecho es pasarle el semen de su boca a la de Mariví, ya que esta última, sin sacar el consolador del culo del viejo, le da un largo y fructífero beso a su feje.